El origen de esta costumbre se remonta a la Antigua Roma, donde las lentejas se regalaban en pequeños sacos como símbolo del deseo de riqueza futura Este es el ritual de año nuevo que tienen los japoneses: tranquilidad y limpieza Mientras e n España la Nochevieja se mide al ritmo de doce uvas, en Italia el cambio de año tiene otro protagonista indiscutible en la mesa: las lentejas . No sustituyen al brindis ni a otros rituales festivos, pero sí ocupan un lugar central en la cena del Capodanno (la cena de Año Nuevo). Comer lentejas en la última noche del año forma parte de una tradición profundamente arraigada, asociada desde hace siglos a la prosperidad económica y a los buenos augurios. La costumbre se apoya en una analogía visual muy concreta. En la cultura italiana, las lentejas recuerdan por su forma a pequeñas monedas , lo que las convierte en un símbolo directo de riqueza y abundanci a. Cuantas más lentejas se consuman en Nochevieja, dice la creencia popular, mayores serán las posibilidades de prosperidad durante el año que empieza. No se trata de una superstición marginal, sino de una práctica compartida y socialmente reconocida. Con cotechino o zampone El plato más habitual combina las lentejas con cotechino o zampone, embutidos tradicionales italianos de cerdo cocidos lentamente que refuerzan el carácter simbólico de la comida. El cerdo, históricamente a sociado al bienestar y a la abundancia en la Europa rural, completa así un menú cargado de significado. La cena de Nochevieja italiana, en este sentido, no busca tanto la sofisticación como la continuidad de un gesto heredado. A diferencia de otros países europeos, el ritual italiano no gira en torno a un gesto alimentario sincronizado con la medianoche . Aunque el brindis con prosecco o spumante, espumoso , sigue siendo habitual cuando llega el nuevo año, el protagonismo simbólico recae en el acto de comer lentejas, que pueden servirse antes o después de las doce. Lo importante no es el momento exacto, sino que el alimento esté presente en la mesa. El origen de esta tradición El origen de esta costumbre se remonta a la Antigua Roma , donde las lentejas se regalaban en pequeños sacos como símbolo del deseo de riqueza futura . Con el paso del tiempo, ese gesto se transformó en una práctica culinaria colectiva que ha sobrevivido a cambios políticos, sociales y religiosos. La persistencia del ritual muestra hasta qué punto la alimentación actúa como un vehículo de memoria cultural. En la Italia contemporánea, la tradición se mantiene viva tanto en los hogares como en restaurantes y celebraciones públicas. Durante los días previos a Nochevieja, supermercados y mercados incrementan la oferta de lentejas, especialmente de variedades locales, y los medios recuerdan año tras año su significado. Lejos de diluirse, el ritual se reafirma y se adapta a los nuevos hábitos de consumo. El contraste con otros países europeos es evidente. Mientras en España el ritual de las uvas se apoya en la rapidez y la sincronía colectiva, en Italia el protagonismo recae en un alimento humilde, cocinado con calma y cargado de simbolismo económico. No hay una cuenta atrás gastronómica, sino un gesto más pausado y doméstico. En el fondo, la tradición de las lentejas responde a la misma lógica que atraviesa muchos rituales de fin de año: materializar el deseo de un buen futuro en un acto concreto y repetible. En Italia, ese deseo no se mastica en doce segundos ni se reduce al brindis, sino que se sirve caliente, se comparte alrededor de la mesa y se asocia, una vez más, a la esperanza de que el año nuevo llegue con abundancia.