¿Te imaginas llegar a casa después de un largo día de trabajo y tener lista una cena casera, nutritiva y deliciosa? Esta lasaña de verduras ligera es la solución perfecta para quienes buscan comer bien durante toda la semana sin pasarse horas en la cocina cada día. Con capas de verduras asadas, bechamel ligera y pasta, conseguirás un plato que encantará a toda la familia. Además, te ayudará a incluir más vegetales en tu alimentación. Y lo mejor de todo es que mejora con el paso de los días, así que prepárala el domingo y disfrútala hasta el viernes. Es una receta perfecta para hacer tu menú batch cooking . Comienza precalentando el horno a 180°C. Mientras tanto, corta el calabacín y la berenjena en rodajas finas, los pimientos en tiras y la cebolla en juliana. Coloca todas las verduras en una bandeja de horno, rocía con el aceite de oliva, salpimienta y ásalas durante unos 20-25 minutos hasta que estén tiernas. Mientras tanto, prepara la bechamel ligera. Derrite la mantequilla en un cazo, añade la harina y remueve durante uno o dos minutos. Incorpora poco a poco la leche sin dejar de remover para evitar grumos. Cocina a fuego medio hasta que espese, añade una pizca de nuez moscada y sal al gusto. Ahora viene el montaje: en una fuente de horno, extiende una capa fina de tomate triturado en el fondo. Coloca una capa de láminas de pasta previamente cocidas, si lo necesita. Cubre con verduras asadas, un poco de bechamel y queso rallado. Repite el proceso hasta terminar los ingredientes, finalizando con bechamel y una generosa capa de queso. Hornea durante 40-45 minutos o hasta que la superficie esté dorada y burbujeante. Deja reposar 10 minutos antes de cortar para que las porciones queden perfectas. El secreto para que esta lasaña sea realmente ligera está en la proporción: usa más verduras que pasta y controla la cantidad de queso. Opta por quesos con menos grasa como la mozzarella light o mezcla parmesano con queso bajo en grasa para mantener el sabor. Si quieres ahorrar tiempo, puedes utilizar pasta para lasaña que no necesita cocción previa. Para el almacenamiento, divide la lasaña en porciones individuales una vez fría. Se conserva perfectamente en la nevera durante 4-5 días en recipientes herméticos. También puedes congelar las porciones hasta tres meses. Y para recalentarla, usa el microondas con un poco de agua para que no se reseque, o el horno a temperatura media cubierta con papel de aluminio. Esta lasaña de verduras ligera es una excelente opción para mantener una alimentación equilibrada sin renunciar al placer de comer bien. Al usar bechamel con leche desnatada y queso light, conseguimos reducir significativamente las calorías y grasas en comparación con una lasaña tradicional. Las verduras aportan fibra, vitaminas y minerales esenciales, mientras que el queso y la bechamel proporcionan calcio y proteínas. Es un plato completo que te mantendrá saciado durante horas.