La llevantada de los últimos tres días ha supuesto un respiro para la sequía en Cataluña, incrementando en casi un 25% las reservas de agua en el pantano de Sau y más de un 15% en el de Darnius-Boadella. Según los datos en tiempo real de la Agència Catalana de l\'Aigua (ACA), las lluvias, que han dejado más de 200 litros en puntos de Osona y Ripollès, han elevado el nivel de Sau del 43,5% (72 hm³) registrado el día de Navidad al 67,6% (112 hm³) de este domingo. Una situación similar ha vivido el embalse de Darnius-Boadella, que ha pasado del 61% de su capacidad (38,7 hm³) al 77,6% (49,1 hm³). Como consecuencia de este aumento generalizado, la ACA ya ha comenzado a desembalsar agua de los pantanos de Susqueda y Pasteral, una operación que se prevé que tenga una afectación "nula o moderada" en los municipios situados aguas abajo. El director de la ACA, Josep Lluís Armenter, ha explicado en una entrevista a 3CatInfo que la decisión se ha tomado después de que Susqueda alcanzara el 98,5% de su capacidad. Teniendo en cuenta "el agua que todavía ha de bajar estos días, se ha hecho por prudencia", ha asegurado. Armenter también ha confirmado que este pantano no desembalsaba desde el temporal Gloria, en enero de 2020. En solo 72 horas, Susqueda ha pasado del 91,5% (205 hm³) al 98,7% (221 hm³). Armenter se ha felicitado por el estado actual de los pantanos de las cuencas internas tras la llevantada, calificándolo como "uno de los mejores registros de la década". Ha añadido que "hacía muchos años que no teníamos el 80%. Para la próxima sequía tenemos una treva más llarga". Además de los embalses mencionados, el pantano de la Baells también se ha beneficiado del temporal, aumentando su capacidad en casi tres puntos, del 77,7% al 80,3%. Un incremento aún más notable ha registrado el pantano de Riudecanyes, que ha visto sus reservas crecer más de ocho puntos, pasando del 34,7% al 42,9%. Finalmente, el director de la ACA ha aclarado que las desalinizadoras continúan funcionando a pesar de la mejora en las reservas. Concretamente, la de Tordera opera al 50% y la de El Prat al 70%. Según Armenter, se ha preferido "dar tiempo a que los acuíferos se recuperen", manteniendo así una gestión prudente de los recursos hídricos disponibles.