Catalunya lidera el crecimiento demográfico en la UE en el primer cuarto de este siglo gracias a la inmigración

La población aumenta en entornos metropolitanos y costeros y retrocede en unas 200 localidades, mayoritariamente pequeñas Un balance de 2025 en clave migratoria: menos llegadas, una solución para niños no acompañados y más mensajes de odio Catalunya ha ganado 1,7 millones de habitantes en un cuarto de siglo, pasando de 6,2 millones a más de 8. En el contexto europeo, solo cuatro de los 27 países de la UE han vivido un ritmo de crecimiento mayor. De los 20 millones de ciudadanos que el club comunitario ha ganado en este tiempo, uno de cada diez reside en Catalunya. Como se ha explicado a menudo, el salto demográfico se ha debido principalmente a la llegada de personas de otros países, que hoy representan el 25% de los catalanes y que mayoritariamente se han asentado en el área metropolitana y en las zonas costeras. Su presencia, sin embargo, no ha evitado el envejecimiento de la población —la edad media ha pasado de 40,6 a 43,7 años— ni tampoco la despoblación de los micropueblos: cerca de 200 han perdido habitantes. Gracias a la población recién llegada, y a pesar del descenso sostenido de la natalidad, Catalunya ha ganado casi un 30% de habitantes en 25 años, y las proyecciones del Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat) apuntan a que la población seguirá creciendo: aumentará en 541.000 personas en los próximos 10 años hasta alcanzar los 8,55 millones de habitantes, un 6,8% más que hoy. Y esto, a pesar de que el crecimiento natural seguirá siendo negativo (-113.000 personas), es decir, habrá más defunciones que nacimientos. De nuevo, serán los inmigrantes quienes harán crecer la población, con un saldo migratorio estimado de 654.000 personas en la próxima década. Contexto europeo Catalunya ha experimentado un crecimiento demográfico muy por encima del de la UE, del 4,9%. El club comunitario ha pasado de 430 a 450 millones de habitantes en el último cuarto de siglo y, en números redondos, uno de cada diez nuevos habitantes reside en Catalunya. De hecho, solo cuatro de los 27 países miembros de la Unión Europea muestran un ritmo de crecimiento poblacional más elevado que el catalán: Luxemburgo (55,3%), Malta (47,2%), Chipre (43,3%) e Irlanda (41,4%). Catalunya está por encima del aumento español (20,3%) y también por encima de todos los grandes países de la Unión, como Francia (12,5%), Italia (3,6%) o Alemania (1,6%). Hay una decena de Estados que incluso sufren una pérdida de habitantes, todos ellos en los Balcanes o en Europa del Este. Crecimiento metropolitano y costero De forma general, la población ha crecido sobre todo en las comarcas y municipios más metropolitanos y costeros, con algunas excepciones. En realidad, solo hay tres comarcas que hayan perdido habitantes respecto al año 2000: la Terra Alta (-6,1%), el Ripollès (-1,1%) y Les Garrigues (-1%). Los mayores crecimientos se concentran en Barcelona y su área metropolitana, con el Barcelonès a la cabeza, que ha ganado más de un cuarto de millón de habitantes y ahora cuenta con 2,35 millones; el Vallès Occidental ha ganado también 242.000 habitantes, lo que supone un crecimiento porcentual aún mayor (34%) y la sitúa como la segunda comarca más poblada, con más de 960.000 vecinos; el Baix Llobregat experimenta asimismo un crecimiento significativo (+25%), de más de 170.000 personas, hasta un total de 848.000. Y el Maresme y el Vallès Oriental ganan todavía más población —en términos relativos— con un 37% y un 38% más de habitantes, respectivamente, con 472.572 habitantes hoy en el Maresme y 426.653 en el Vallès Oriental. Estas son las comarcas que más han ganado: siete de los “nuevos” municipios de más de 10.000 habitantes son del Maresme (Premià de Mar, Montgat, Alella y Argentona, entre otros); cinco, en el Vallès Oriental (Lliçà d’Amunt, la Roca del Vallès o Bigues i Riells); cuatro, en el Baix Llobregat (Abrera, Vallirana, Corbera y Pallejà); y cuatro más en el Baix Empordà (la Bisbal d’Empordà, Platja d’Aro, Calonge i Sant Antoni y Torroella de Montgrí). Otras poblaciones costeras que hace 25 años no formaban parte del grupo de municipios medianos y que han tenido un crecimiento espectacular, casi triplicando su población, son Cunit (Baix Penedès), que ha pasado de menos de 6.000 habitantes a 16.304, y Cubelles (Garraf), de 6.500 a 17.600. Y fuera del ámbito metropolitano y costero destacan algunos municipios que han duplicado su población, como Alcarràs, en el Segrià, que pasa de 4.700 a 10.500 vecinos; Piera, en la Anoia, de 8.500 a 17.800 habitantes; o Masquefa, también en la Anoia, de 4.500 a 10.100. En Catalunya, solo hay un municipio de más de 10.000 habitantes que haya retrocedido en términos de población durante este periodo. Se trata de Badia del Vallès (Vallès Occidental), que en este tiempo ha perdido el 16% de sus habitantes y ha pasado de 15.500 vecinos a 13.000. Un 40% de los micropueblos pierde vecinos La otra cara de la moneda son los municipios pequeños, de hasta 1.000 habitantes, también llamados micropueblos, que simbolizan la despoblación: representan el 88% de todos los municipios catalanes que han perdido población en 25 años, es decir, 194 de 219. Esta cifra, los 194 micropueblos que han perdido vecinos, representa el 40% del total de micropueblos. Joan Solà, alcalde de Riner (Solsonès) y presidente de la Asociación de Micropueblos de Catalunya, explica a la ACN cómo la despoblación ha hecho que muchos lugares pierdan servicios básicos como la escuela municipal, la asistencia sanitaria o el pequeño comercio. Una situación que “difícilmente puede atraer a nuevas familias o hacer que la población quiera quedarse”. Para revertirlo, propone “sacar adelante sin complejos” iniciativas como el “multiservicio” para garantizar en todo el territorio “los servicios más básicos”. La evolución demográfica del país en este último cuarto de siglo también está marcada por el envejecimiento, debido a una combinación de factores como el descenso de la natalidad, el aumento de la esperanza de vida y la llegada a edades avanzadas de la generación del baby boom. En este sentido, la edad media de la población ha aumentado tres años, de los 40,6 a los 43,7 años, y los residentes de 65 años o más han crecido dos puntos y ya están al borde de representar uno de cada cinco catalanes (20%). Por el contrario, los niños y jóvenes de entre 0 y 14 años se encuentran en mínimos históricos, en el 13%, y quienes tienen entre 15 y 29 años han retrocedido cinco puntos y ya son menos del 20% del total, algo que no había ocurrido nunca. Así, desde 2001, la pirámide de población de Catalunya se ha transformado, ya que entonces tenía una forma similar a un árbol de Navidad, con un gran peso de las generaciones del baby boom y una caída en picado de la natalidad a partir de los años 80. Ahora, la forma empieza a asemejarse a un rombo, con las generaciones numerosas avanzando en la pirámide y los tramos más jóvenes cada vez más estrechos. Por comarcas, el envejecimiento progresivo también es una realidad, ya que hace un cuarto de siglo eran cinco las comarcas que tenían más de una cuarta parte de la población de 65 años o más y ahora ya son ocho: la Terra Alta, el Priorat, el Ripollès, la Ribera d’Ebre, Les Garrigues, el Pallars Jussà, el Berguedà y el Lluçanès. Un 18% de los residentes tiene nacionalidad extranjera En términos de población con nacionalidad extranjera, el aumento también ha sido notable, aunque no tanto, ya que muchos de los nacidos en el extranjero que residen en Catalunya han ido adquiriendo la nacionalidad española o ya la tenían. En este sentido, si en el año 2001 algo menos del 5% de los ciudadanos tenían nacionalidad extranjera, el porcentaje es ahora del 18%. Por comunidades, las nacionalidades que más han crecido en un cuarto de siglo son las del resto de la UE (del 15,5% al 21,5% de las personas de nacionalidad extranjera) y las asiáticas y de Oceanía (del 7,5% al 13,6% de los extranjeros). Con todo, las comunidades más numerosas siguen siendo las de nacionalidades sudamericanas (aunque han bajado del 30% al 23%) y las africanas (aunque han descendido del 33% al 23%). Las personas con nacionalidades europeas de fuera de la UE representan el 9,3% del colectivo extranjero, y las de América del Norte y Central, en última posición, el 9,09%. explicado a menudo, las personas nacidas en el extranjero han dado un salto importante en su representación dentro de la sociedad. De hecho, en enero de este 2025 alcanzaron por primera vez el umbral del 25% de los residentes, es decir, uno de cada cuatro catalanes ha nacido en el extranjero. Hace 25 años representaban apenas un 5% de la población, por lo que el porcentaje se ha multiplicado por cinco. El primer gran aumento se produce en la primera década del siglo y posteriormente se estabiliza a causa de la crisis económica. No es hasta bien entrada la segunda mitad de los años 10 cuando la llegada de personas extranjeras vuelve a crecer, y lo hace con más intensidad tras el paréntesis de la covid en los años 2020 y 2021. Actualmente, en determinadas franjas de edad el porcentaje de nacidos en el extranjero es especialmente elevado, como en el caso de las personas de entre 30 y 40 años, donde se supera el 47% de población extranjera (48,8% entre los 30 y 34 años).