Correos instala sus buzones en Logroño para enviar la carta a los Reyes Magos

La magia de la Navidad ha vuelto un año más a Correos. La compañía postal ha instalado sus tradicionales buzones de Navidad para que los niños y niñas puedan depositar sus cartas para los Reyes Magos. En La Rioja, se han habilitado un total de cinco de estos buzones especiales, que estarán disponibles hasta el próximo 5 de enero. Tres de los buzones se encuentran en Logroño, concretamente en las oficinas postales de la calle Once de Junio, 1, en la calle Barrera y en Duquesa de la Victoria. Los otros dos están ubicados en las localidades de Calahorra y Villamediana de Iregua, facilitando así que los deseos de los más pequeños lleguen a sus ilustres destinatarios. Además de fomentar el espíritu navideño, esta iniciativa de Correos también busca un objetivo didáctico, fomentar la práctica de la escritura entre los niños. Para ello, en las oficinas con buzón especial y a través de Correos Market, se pueden adquirir los "packs mágicos", que incluyen cartas, sobres y pegatinas con motivos navideños para decorar las misivas. Como complemento, también se han puesto a la venta "sellos mágicos" personalizados con la figura de Papá Noel y de los Reyes Magos, Gaspar, Melchor y Baltasar. Estos sellos están disponibles en todas las oficinas de Correos del país y en su plataforma de venta online. Correos lleva ya 30 años celebrando la Navidad con la instalación de estos buzones. Durante tres décadas, la compañía se ha encargado de recoger los deseos de los niños para entregárselos directamente a sus destinatarios en Laponia y en el lejano Oriente. En esta campaña navideña, los equipos de voluntarios de Correos también se acercan a varios hospitales de España para recoger las cartas de los niños ingresados. Con esta acción, no solo entregan un detalle a los pequeños, sino que aseguran que sus deseos llegarán a las manos de Papá Noel y los Reyes Magos. De este modo, Correos, que actúa como el operador logístico de la Navidad desde hace más de 300 años, mantiene viva la ilusión de miles de niños, recordando la magia que reside en el gesto de escribir una carta a Sus Majestades de Oriente.