La organización Ca-minando Fronteras ha presentado su informe ‘Monitoreo Derecho a la Vida 2025’, en el que documenta la pérdida de 3.090 vidas en las rutas migratorias hacia España entre enero y el 15 de diciembre de 2025. El análisis registra un total de 303 tragedias e incluye el seguimiento de 70 embarcaciones que desaparecieron sin dejar rastro. La ruta argelina se ha convertido en el cruce migratorio más transitado hacia España, superando a la ruta atlántica. En este trayecto se han documentado 1.037 víctimas en 121 tragedias marítimas, lo que supone el doble de mortalidad que el año anterior. La organización califica esta ruta como una de las más opacas e invisibilizadas por las instituciones. Por su parte, la ruta atlántica hacia Canarias sigue siendo la más letal con 1.906 víctimas hasta el 15 de diciembre, si bien registra un descenso en llegadas. Helena Maleno, coordinadora de la investigación, ha alertado de que esas cifras no incluyen las 169 víctimas de un naufragio en Senegal ni un cayuco con 260 personas desaparecido desde el 23 de diciembre. Además, se ha constatado la apertura de nuevas rutas más peligrosas, como la que parte desde Guinea Conakry y las salidas desde Gambia. En estas travesías se ha observado "un alto número de mujeres y, sobre todo, de infancia", una infancia migrante que, según Maleno, después está "siendo criminalizada y denostada por las administraciones públicas del estado español". En el cruce del Estrecho también se ha observado un aumento de las tragedias en los accesos a nado a Ceuta, donde se han contabilizado 139 víctimas, de las cuales un 24 % eran menores de edad. Helena Maleno ha aclarado que la reducción global de fallecidos no se debe a una mayor protección del derecho a la vida. "A pesar de este descenso estadístico, estamos registrando un aumento del número de tragedias, ya que muchas de las rutas actuales utilizan embarcaciones con menos personas a bordo, lo que fragmenta las cifras sin reducir la letalidad", explica. Al mismo tiempo, se observa "un incremento de los intentos de llegada y de los episodios mortales, especialmente en la ruta argelina y en los cruces a nado hacia Ceuta, así como la apertura de nuevas rutas cada vez más largas, lejanas y peligrosas", ha añadido la coordinadora de la investigación. El informe concluye que las muertes se producen en un contexto de insuficiente activación de los dispositivos de rescate y por la externalización del control fronterizo. Entre las causas directas se identifican la demora en la activación de las búsquedas, la falta de coordinación entre Estados y la omisión del rescate aun conociendo la posición de las pateras.