John Robertson, el futbolista "gordo, lento y no lo bastante bueno"

Cuando Brian Clough llegó al banquillo del Nottingham Forest en 1975 se encontró en el vestuario a un futbolista improbable: John Robertson. Era un escocés de 22 años que llevaba en la plantilla cinco temporadas desde que el club de City Ground lo había visto con las selecciones escolares de Escocia. En un tiempo en el que el aspecto de los futbolistas había comenzado a cambiar con la mejora del trabajo físico y el aumento del ritmo en el juego, Robertson parecía haberse quedado en otro tiempo. Clough se encontró a un futbolista de aspecto desaliñado, nada atlético, con ligero sobrepeso y que aún por encima fumaba y pocas veces desperdiciaba la oportunidad de tomarse una pinta de cerveza. Poco podía imaginar en aquel momento el volcánico Clough que John Robertson acabaría por convertirse en el futbolista más importante de su brillante etapa en el Nottingham Forest.