Para ayudar a su pez, que no podía nadar ni mantenerse a flote por problemas de movilidad, un hombre diseñó un pequeño arnés acuático. El dispositivo funciona como un soporte de flotación que sostiene al animal y le devuelve la capacidad de desplazarse con facilidad, recuperando parte de su independencia. Una solución simple que transformó la vida del pequeño animal y es ejemplo de empatía.