El Papa León XIV recibe a los peregrinos de la parroquia española de Santo Tomás de Villanueva, en la diócesis de Alcalá de Henares

El Papa León XIV ha recibido en audiencia a un grupo de peregrinos españoles de la Parroquia Santo Tomás de Villanueva, de Alcalá de Henares, durante la mañana de este lunes, 29 de diciembre, en la emblemática Sala del Consistorio del Vaticano. En un ambiente de comunión, el Pontífice les ha dirigido unas palabras de aliento, invitándolos a "seguir adelante tras las huellas de Cristo". Ha afirmado que "el testimonio de los santos nos alienta y estimula en este apasionante camino". Además, el Santo Padre ha destacado la "preparación de esta comunidad parroquial" para participar en la peregrinación jubilar y ha agradecido el apoyo recibido "con sus oraciones y generosidad" durante este año. Durante el encuentro, el Papa ha compartido algunas "características distintivas" de santo Tomás de Villanueva, patrón de la parroquia visitante. El Pontífice ha recordado que la ciudad de Alcalá de Henares "conserva significativas huellas" del paso del santo, a quien describió como "un religioso agustino español que estuvo abierto a la acción de Dios en su vida". La primera de estas características, según ha explicado el Papa, es la "profunda interioridad" del santo obispo. En la vida y escritos de santo Tomás, ha detallado el Papa, se revela "una incesante búsqueda de la oración continua, es decir, de una santa inquietud por estar en la presencia de Dios a cada momento". Esta actitud, ha continuado, "implica una profunda interioridad, conlleva vaciarse de sí mismo para escuchar y dejar obrar al Señor". Para el Pontífice, este es un pilar fundamental en el camino espiritual de todo creyente, una invitación a cultivar una relación personal y constante con Dios en medio de la vida cotidiana. Una segunda faceta destacada por León XIV ha sido la laboriosidad de santo Tomás de Villanueva. En un mundo que, según el Papa, "parece ofrecernos todo de manera cada vez más rápida y fácil", la figura del santo emerge como un contrapunto necesario. El Pontífice ha subrayado que "su sobriedad y sencillez, su trabajo abnegado —sobre todo en el ámbito universitario— y su celo apostólico nos llevan a pensar que debemos reconocer los talentos que hemos recibido y ponerlos al servicio de la comunidad". El Papa ha insistido en la importancia de este mensaje, afirmando que es fundamental que los dones recibidos se trabajen "con esfuerzo y dedicación, para que se multipliquen en favor de todos". Este llamado al trabajo y al servicio desinteresado resuena como una interpelación directa a la sociedad actual, animando a los fieles a ser agentes activos de cambio y bien común a través de sus propias capacidades y profesiones, siguiendo el ejemplo del santo agustino. Finalmente, el Santo Padre ha puesto el foco en la tercera gran característica del santo: su inmenso "amor a los pobres", una cualidad que le valió el sobrenombre de "limosnero de Dios". El Papa ha compartido con los peregrinos que tenía constancia de que este aspecto está muy arraigado en la parroquia de Alcalá de Henares. "Me han compartido que en su parroquia este aspecto está muy presente, en gestos y obras concretos", ha afirmado con gratitud el Pontífice, que después ha bromeado: "el obispo me dirá luego si es verdad o si no", en referencia a Antonio Prieto Lucena, obispo de la diócesis, presente entre los peregrinos. Al agradecer esta especial sensibilidad hacia los más necesitados, el Pontífice ha reforzado la idea con una cita de su propia exhortación apostólica, Dilexi te: "Les agradezco esta sensibilidad, porque 'el pobre no es sólo alguien a quien se ayuda, sino la presencia sacramental del Señor'