El desierto de Arabia Saudí será el escenario de un reencuentro histórico. EBRO, la mítica marca que motorizó a España durante décadas, regresa a la alta competición internacional de la mano de la leyenda Laia Sanz. No es solo una carrera; es la puesta de largo de un proyecto industrial que, apenas un año después de reiniciar su producción en la Zona Franca de Barcelona, se atreve con el rally más duro del mundo. Tras 15 participaciones y un récord casi impecable de fiabilidad , Laia Sanz afronta su 16º Dakar (el 5º en coche) cumpliendo un sueño personal: competir en la categoría Ultimate (T1+). Acompañada por su copiloto de confianza, Maurizio Gerini, la piloto de Corbera de Llobregat deja atrás los vehículos de tracción simple para medirse de tú a tú con los grandes de la disciplina. «Competir con un T1+ era un objetivo que perseguía desde que empecé a correr en coches. Es un gran paso adelante», afirma Sanz. El vehículo desarrollado por EBRO Audax Motorsport es una declaración de intenciones tecnológica. Bajo la denominación s800 XRR, se esconde un prototipo diseñado para devorar dunas y resistir las trampas de roca del desierto saudí. La Categoría T1+ es   la máxima especificación del Dakar. Se caracteriza por tener tracción 4x4, neumáticos de gran diámetro (37 pulgadas) y un recorrido de suspensión ampliado (350 mm), lo que permite pasar sobre obstáculos a velocidades que otros vehículos no pueden ni imaginar. El coche ya ha superado el «fuego real» en el Rally de Marruecos , donde el equipo ajustó la puesta a punto y confirmó que el s800 XRR tiene la solidez necesaria para los casi 8.000 kilómetros de la cita saudí. Su diseño exterior y la filosofía del coche están inspirados en la nueva gama comercial de EBRO , especialmente en sus modelos s700 y el nuevo buque insignia s900. La participación en el Dakar coincide con el primer aniversario del reinicio de la producción de EBRO . En solo doce meses, la compañía ha pasado de reactivar sus líneas de montaje a tener una red de 80 concesionarios y lanzar cuatro modelos al mercado. Para Pedro Calef, CEO de EBRO Motors , el Dakar es el escaparate perfecto: «Es la mejor demostración de la ambición y la solidez de este proyecto. 2025 ha sido el año del renacimiento industrial ; ahora, el Dakar proyectará nuestros valores a nivel global«.