La agricultura cordobesa afronta un año de "luces y sombras" con la rentabilidad como desafío

El secretario general de UPA en Córdoba, Paco Moreno, ha calificado el año agrícola como uno de "luces y sombras" para la provincia. A pesar de que las precipitaciones han permitido recuperar una cierta normalidad en las producciones, el sector sigue enfrentando graves problemas de rentabilidad. Moreno subraya que "el precio de muchos productos todavía sigue siendo el gran problema", una situación que mantiene a la mayoría de las explotaciones familiares "en el límite", aunque las cosechas hayan mejorado. El 2024 ha estado marcado por las movilizaciones del sector agrario, que culminaron con una gran manifestación en Bruselas el pasado 18 de diciembre. El motivo del descontento es la propuesta de reforma de la Política Agraria Común (PAC), calificada por Moreno como "absolutamente desastrosa", ya que ha superado "las peores previsiones". Según el secretario general de UPA, "la propuesta ha conseguido poner a todo el mundo en contra", uniendo a organizaciones agrarias de todos los países en un frente común. La principal crítica se centra en una reducción presupuestaria de entre el 20% y el 22% y un "ataque a la arquitectura de la PAC". La reforma plantea la desaparición del segundo pilar, dedicado al desarrollo rural, lo que, según Moreno, "tira por tierra" todas las políticas de relevo generacional, modernización y lucha contra el cambio climático. El gran reto para el próximo año será conseguir "una propuesta que realmente ponga en el centro a la agricultura" y garantice la soberanía alimentaria en Europa. En cuanto a la campaña de la aceituna, actualmente en marcha, Paco Moreno ha señalado que avanza "a buen ritmo", aunque se espera una cosecha inferior a la del año pasado. La producción de aceite en Córdoba podría quedarse por debajo de las 270.000 toneladas, frente a las 290.000 de la campaña anterior. Los precios, que llegaron a estar por debajo de los 3 euros, se han recuperado hasta situarse en el entorno de los 4,30 o 4,40 euros, una cifra todavía insuficiente. Moreno ha sido tajante al afirmar que el precio del aceite debería situarse "entre 5 y 6 euros" para asegurar la rentabilidad del olivar tradicional, que depende de la mano de obra y tiene costes más altos. El líder agrario insiste en que "no hay ninguna razón objetiva para que el precio de aceite esté por debajo de ese nivel", especialmente con una cosecha corta y un buen ritmo de exportaciones. Para paliar esta situación, UPA ha puesto en marcha una experiencia piloto en la Subbética y Cabra con un grupo de 15 refugiados políticos. Se trata de personas bajo protección internacional que ya se encuentran en España, "tienen papeles" y están en disposición de trabajar. Esta vía simplifica la contratación al "eliminar burocracias y acortar los plazos". Moreno ha confirmado que la experiencia "está siendo positiva" y, si los resultados se consolidan, se intentará ampliar el programa el próximo año.