El bullying o acoso escolar es, tal y como así lo definen desde Save the Children, "una forma de violencia entre iguales, intencionada y recurrente, que puede ser física, psicológica y/o verbal. Esta violencia tiene un impacto grave en el bienestar y desarrollo de niñas, niños y adolescentes: más allá de los riesgos físicos a veces padecidos por los niños y niñas, sabemos que las consecuencias psicológicas pueden ser graves: depresión, abandono escolar, absentismo por miedo a acudir a la escuela; y, lo que es peor, pueden llegar hasta el suicidio".