Elena es un ejemplo de valentía y superación con sólo 21 años. Tras pasar por el sistema de protección de menores, hoy vive una vida totalmente independiente en Lugo gracias a su esfuerzo y al respaldo del programa Mentor, una iniciativa que apoya a jóvenes en su compleja transición a la vida adulta tras una etapa tutelados por la administración. Su experiencia la ha llevado a tener unas expectativas muy claras para el futuro: devolver la ayuda que un día recibió. Elena pasó seis años en un centro de menores, desde los 12 hasta que alcanzó la mayoría de edad. Una etapa que recuerda como "dura, pero bonita". Al cumplir los 18 sintió "el vértigo de lo desconocido", pero también la ilusión por empezar una nueva vida. El paso intermedio fue la vivienda tutelada de Igaxes, la ONG que gestiona el programa Mentor, donde convivió con otros jóvenes de su edad mientras estudiaba un ciclo medio de Atención a Personas en Situación de Dependencia, al tiempo que trabajaba por horas en el sector de la limpieza. Hace un año sintió que había llegado el momento de dar el salto definitivo. "Una vez que tú llegas a una meta en la que creías que ya podía avanzar sola, pues ya no tiene sentido seguir en una vivienda", explica. Considera que hay que ser valientes y decir: "lo dejo aquí, que ya puedo seguir sola”. Actualmente, Elena tiene la suerte de ser una de las jóvenes que ha podido independizarse por completo. Trabaja en un centro de día cuidando a personas mayores. Describe su trabajo como "muy bonito" y destinado a "personas que realmente les gusta cuidar a los demás y darles cariño". Pero Elena no se detiene. Para 2026, su objetivo es empezar un ciclo superior a distancia de Integración Social. Su gran sueño es poder trabajar en un centro de menores o en una vivienda tutelada, poniéndose en la piel de quienes la ayudaron a ella. "Me gustaría el día de mañana poder trabajar con personas y ayudarles tal y como me ayudaron a mí", afirma con convicción. Está convencida de que su propia vivencia le aportará una sensibilidad especial. "Yo creo que para darlo todo al 100 por 100 en un trabajo de esos, tuviste que pasarlo", reflexiona. En su opinión, "un educador que pasó por una situación complicada va a entender a los niños, a las personas, de diferente manera". Un propósito que la gente del programa Mentor, con la que sigue en contacto, apoya incondicionalmente. Su mensaje para otros jóvenes en su situación es claro y esperanzador: "Que no piensen que todo es malo, que piensen en positivo, que es algo que les puede ayudar para un futuro". Les anima a aprovechar el momento, porque aunque ahora lo vean como algo negativo, "después de todas estas experiencias, van a ser unas personas totalmente diferentes". En este momento hay en Galicia alredor de 2.000 menores de edad tutelados por la Xunta: algo más de 800 viven en centros y el resto, con familias de acogida. Cuando alcanzan la mayoría de edad, el apoyo continúa a través del Programa Mentor, en el que anualmente participan unos 500 jóvenes. A través de esta iniciativa les ayudan a continuar su formación, buscar trabajo... Los que necesitan un lugar donde vivir pueden permanecer en pisos tutelados o asistidos hasta que consigan dar el paso a independizarse. La Ong Igaxes cuenta con 56 plazas residenciales en toda Galicia, repartidas en seis de las siete grandes ciudades.