Feijóo asume gobiernos "proporcionales" con Vox: "Intentaremos en solitario; si no, debemos conseguir acuerdos"

El líder del PP dibuja una España catastrófica en el 2025, que ha definido como el año del "colapso del 'sanchismo", aunque no ha mencionado ni unas hipotéticas elecciones ni ha planteado que vaya a dar el paso de presentar una moción de censura para la que sigue sin apoyos mientras señala a Abascal por "mirarse el ombligo" Feijóo insiste en que estuvo informado en tiempo real en la dana pese a que no contactó con Mazón hasta las 20 horas El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, cierra 2025 consciente de que su empuje electoral y la caída del PSOE no permite a su partido deshacerse de Vox . Feijóo no quiere gobernar con la “derecha radical”, en sus propias palabras. Pero lo hará si eso le permite mantener el poder autonómico o lograr, a la segunda, el Gobierno central de un país que el jefe de la oposición ha mostrado al borde del colapso generalizado en su balance del año que está a punto de expirar: “Los escándalos, la corrupción y el mal funcionamiento del gobierno repercuten directamente en la vida de los españoles, en nuestra economía, en las infraestructuras, en los servicios públicos y en la credibilidad internacional de nuestro país”. “España es el mejor país del mundo”, ha dicho Feijóo nada más arrancar su intervención en la renovada planta segunda de la sede nacional del PP en la madrileña calle de Génova. Frente a buena parte de su Comité de Dirección, el líder de la oposición ha desgranado en 10 puntos el “colapso del 'sanchismo” que, en su opinión, se ha producido en este 2025. Un “colapso” que no le invita a pensar en que se vayan a celebrar elecciones ni a plantear una moción de censura. Feijóo no parece dispuesto a activar el único mecanismo legal que tiene en su mano para provocar la caída del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Y eso que el líder del PP ha desglosado 10 motivos del “colapso” total del país. El primero, el parlamentario, que impide a Sánchez sacar leyes o aprobar al menos unos Presupuestos Generales del Estado en toda la legislatura. “Se ha certificado que Sánchez ha perdido los apoyos para seguir”, ha dicho. “Solo este primer fracaso sería suficiente para convocar unas elecciones generales”. Feijóo ha obviado que los problemas parlamentarios del Gobierno no se han traducido en una mayoría alternativa aglutinada en torno a él. Ni siquiera ante problemas tan graves como el de la vivienda que, ha dicho, ha pasado de “no estar entre los 15 primeros” a ser “el primero”. “No tiene ideas para abordar un problema que ha creado y que está agravando”, ha dicho. Feijóo ha recitado otros problemas del Gobierno: desde el “apagón”, que fue provocado “por el fanatismo del Gobierno”. El líder del PP ha pedido “modificar la política energética” y prolongar la vida de la centrales nucleares. Feijóo ha criticado además la política migratoria, la supuesta falta de peso de España en el ámbito internacional por la “progresiva desconfianza” que, ha dicho, el país genera en los socios, lo que quedaría refrendado por la “pérdida de presencia en reuniones sobre seguridad de la UE y Ucrania”. En este sentido, Feijóo ha acusado al Gobierno de perder una “gran oportunidad” con los fondos europeos, aunque ha recurrido a datos de ejecución de diciembre de 2024 para acusar al Ejecutivo de haber ejecutado solo el “19,5%” del dinero de los Next Generation y de haber destinado el dinero preferentemente al sector público. El jefe de la oposición ha señalado también que el Gobierno ha “arrebatado la esperanza” a “los jóvenes”. “Sin vivienda, sin trabajo, sin oportunidades”, ha resumido, “Sánchez ha condenado a una generación a la precariedad vital y emocional”. En el mismo sentido, Feijóo ha señalado que “el empobrecimiento” de las familias “es constante”, con incrementos elevados de los precios y las “rentas reales estancadas en niveles de 2019”. La “falta” de protección a las mujeres y una “corrupción imposible de abarcar” cierran el cuadro dibujado por el líder del PP. Sin diálogo con Abascal, que se mira “el ombligo” Ante este panorama, Feijóo no ha aventurado qué ocurrirá en 2026. No ha asegurado que la legislatura esté próxima a su final, como sí ha hecho en otras ocasiones, no ha exigido elecciones generales ni, de forma directa o indirecta, el apoyo de los socios del Gobierno a una posible moción de censura. El PP está enfrascado en la gymkana electoral que Génova planeó para el final de 2025 y la primera mitad del año que viene. Pero pese al repunte electoral de María Guardiola en Extremadura, Feijóo no logra deshacerse del lastre comunicativo y estratégico que les supone Vox, tal y como reconocen en su equipo. Feijóo ha asegurado que todavía no ha hablado con el líder de la extrema derecha, Santiago Abascal, sobre las recientes elecciones autonómicas. El líder del PP ha vuelto a reclamar “proporcionalidad” en la consolidación parlamentaria de los resultados en Extremadura. “Hay un partido que ganó las elecciones contundentemente, una victoria inapelable del PP y una derrota inapelable del señor Sánchez”, ha dicho. “Es inaudito que el centro derecha y la derecha más radical tengan el 60% de los votos”, ha asegurado. Pero en el PP no tienen claro que Vox vaya a apoyar a María Guardiola tras una bronca campaña en la que Abascal puso sobre la mesa que podría llegar a exigir la cabeza de la hoy presidenta autonómica en funciones. Pese a los esfuerzos de Feijóo en explicar que la dependencia aritmética del PP es menor, ya que no necesita el 'sí' de Vox, solo la abstención, la realidad es que el fantasma de la repetición electoral sobrevuela las negociaciones postelectorales. Algo que sería “una falta de respeto a los extremeños”, en palabras de Feijóo, “y sería responsabilidad de aquellos partidos que no garantizan los resultados”, y “que no son respetuosos con la gente y que se miran el ombligo de sus intereses partidarios que comparados con los de la gente, son absolutamente secundario”. Feijóo sostiene que “el 60% de los extremeños” eligieron al PP para presidir la comunidad, sumando así los votos de Vox a los propios. Aún así, ha dicho que “el PP necesitará el apoyo de Vox para mantener la estabilidad” en Extremadura. Y ha anticipado que lo mismo podría pasar en las próximas citas: Aragón (febrero), Castilla y León (marzo) y Andalucía (primavera). El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, asumió la semana pasada que tiene muy difícil mantener su mayoría absoluta. Y pidió meter a Vox en los gobiernos para propiciar que “asuman responsabilidades, se desgasten y demuestren que sus políticas no son viables”.