La amargura del campo alicantino: el aumento de costes tira por tierra la buena producción agrícola

El campo alicantino vive inmerso en el filo de una misma moneda que este 2025 ha dibujado dos caras. Por un lado, el aumento de la producción y la mejora de los precios y, por otro, el aumento de los costes. De esta manera, Asaja Alicante ha hecho un balance amargo de un ejercicio en el que la recuperación productiva se ha topado de pleno con una rentabilidad negativa. Los problemas y los retos poco han variado respecto al 2024 y las perspectivas hacia 2026 vuelven a dejar al sector primario a expensas de las decisiones de Bruselas. No obstante, la amenaza más inminente es el previsible recorte, uno más, al trasvase Tajo-Seguro.