Una novela que no es una novela, sino un imponente 'big bang' memorialístico, un tótem narrativo capaz de encadenar en un aleteo un beso robado en una una sala de estar eduardiana y la orgía de muerte y destrucción de Hiroshima, es lo mejor que ha dejado el año. ¿Lo mejor? Apunten bien: 'La pregunta 7', de Richard Flanagan. Una portentosa memoria familiar y nuclear, no ficción disfrazada de memorable fábula, que lidera la lista de los mejores libros del año realizada por los críticos, periodistas y columnistas de El Periódico de Catalunya y libreros.