El pueblo de La Rioja que vuelve a la vida: Villarejo comienza 2026 con la risa de los niños 40 años después

En Villarejo, un pequeño pueblo de La Rioja con menos de 30 habitantes, el silencio se ha roto. Han tenido que pasar más de 40 años para que las risas de los juegos infantiles vuelvan a resonar en sus calles. La llegada de dos nuevas familias, con un total de seis niños, ha devuelto la vida a un lugar donde las bicicletas y los balones se habían convertido en un recuerdo lejano. Una protagonista de este cambio es Sara Hernando, quien ha decidido regresar a la tierra donde pasó su infancia. No ha sido una decisión fácil, pero sí una que ha transformado su vida y la de su familia. Su prioridad ha sido la adaptación de sus hijos, Dánae (16 años), Elián (12) y Enara (9), quienes ya han hecho nuevos amigos y se han integrado sin problemas en su nuevo entorno escolar. Para Sara, la vuelta a las raíces le da sentido a todo y asegura que "recuperar el pasado para proyectar el futuro está siendo muy gratificante". La tranquilidad de ver a sus hijos felices en el entorno rural le ha permitido dar el siguiente paso en su proyecto vital. Su familia no tenía dudas, sabía que era un desafío pero que la recompensa sería enorme. Aquel terreno familiar de la infancia que ya no tenía vida sería el lugar que se convertiría en hogar. Uno de esos hogares que lo son nada más que abres la puerta, uno de esos hogares en los que no hacen falta lujos para sentirse en casa. Uno de esos lugares que son el mejor escenario para la película de tu vida. Con la familia plenamente integrada, el foco de Sara está puesto ahora en su sueño de emprendimiento. Se trata de un proyecto empresarial que verá la luz en 2026 y cuyos últimos aspectos legales ya se están ultimando. Su objetivo es claro: "poner en valor nuestros pueblos, sus gentes y sus tradiciones", creando un "lazo de unión perfecto entre lo urbano y lo rural". Sara quiere tejer redes entre ciudades y pueblos y explicar a quien venga de la ciudad cómo funciona un horno de pan tradicional o cómo se cuida una granja. Sabe que valorar nuestros pueblos nos hace mejores personas, más sensibles, más empáticas. Sara está convencida que avanzar consiste en cuidar nuestra naturaleza y ponerla en el centro de nuestra vida. Sara cuenta con entusiasmo que el pueblo "se mueve, que tiene vida". Se están comprando y rehabilitando casonas antiguas, y su deseo es que no se queden solo en "casas de verano". Le encantaría "que otros niños jueguen con los sueños" y que Villarejo se convierta en un lugar de raíces para más personas. Porque, como ella misma afirma, "la vida tiene otros olores, otros sabores, todo se degusta con más calma", una vida que se comparte entre vecinos, aprendiendo de los mayores a cocinar unas buenas patatas a la riojana en un puchero de los de siempre. La despoblación rural es una realidad pero algo puede estar cambiando. Parece que lo rural palpita desde lo profundo para salir a la superficie, para sobrevivir. Sabiendo que si nuestros pueblos se mueven, no hay futuro ni esperanza posible. 2026 espera, 'aguarda' como dicen en nuestros pueblos, que más niños jueguen en sus parques y más familias devuelvan a la vida esas casonas antiguas que confían en que alguien llegue a tiempo. Más de 4.000 municipios españoles sufren problemas de despoblación y 1.840 localidades ya están consideradas en riesgo de extinción. Familias como la de Sara, con su valentía, intentan poner freno a este drama. Esta historia forma parte de Historias para un Año Nuevo, un especial de COPE que mira al 2026 con optimismo. Personas que empiezan el año curando heridas, estrenando casa, reencontrándose con los suyos o persiguiendo un sueño que les empuja a seguir. Relatos que nacen en barrios, plazas, pequeños pueblos o ciudades que no salen en los titulares. Una propuesta sonora pensada para escuchar en cualquier momento. ESCUCHA AQUÍ EL ESPECIAL COMPLETO