Usamos los recursos del planeta 1,8 veces más rápido de lo que se regeneran. Vivimos, literalmente, a crédito ecológico. Pero Mathis Wackernagel asegura que algunos países ya demuestran cómo cortar ese círculo vicioso. Uruguay, con su matriz eléctrica renovable, aparece como el mejor ejemplo de que no todo está perdido y que otro ritmo de consumo es posible.