Feijóo se echa en manos de Abascal: "Mi cordón sanitario no será Vox"

El objetivo de Alberto Núñez Feijóo es claro: gobernar en solitario. Sin embargo, al tantear el escenario político actual, la necesidad del apoyo de Vox cada vez se hace más imperante. Y es que el líder de Génova no se ha mostrado ajeno a esta realidad, puesto que en su discurso de balance de fin de año –en el que también se ha pronunciado acerca de su próxima declaración como testigo en el juicio de la DANA de Valencia- ha apelado a la formación de Santiago Abascal, dejando en claro que, descartando moderantismo alguno, no les impondrá "cordón sanitario" alguno. El presidente del Partido Popular, último líder en esgrimir su resumen del 2025 en clave política, ha reafirmado este lunes su intención de, si así se lo permiten las urnas cuando llegue el escenario electoral, gobernar en solitario en el Gobierno central, aunque en esta ocasión ha subrayado que no dibujará líneas rojas sobre Vox, situando, así como principal adversario directo a Bildu. "Nosotros no somos el partido de Sánchez. Nosotros nos vamos a presentar a las elecciones generales para ganarlas. Una vez que las ganemos, intentaremos gobernar en solitario. Es nuestro objetivo, sigue siendo nuestro objetivo", ha declarado Feijóo en una rueda de prensa de balance del curso político desde la sede de Génova. En caso de que el PP no logre una mayoría suficiente en estas hipotéticas próximas elecciones, tendrá que conseguir "acuerdos para la gobernabilidad de España", situando así que su "cordón sanitario es Bildu" y "no será Vox ni los votantes" del partido de Abascal. Sin conversaciones con Abascal y horizonte electoral autonómico A diferencia de discursos de similar calado previos al esgrimido este lunes, Feijóo no ha hecho mención a su exigencia de adelantar elecciones generales, tampoco a requerir el apoyo de los socios del Gobierno de Pedro Sánchez para una posible moción de censura, pero sí que ha apelado a Abascal para que medite las consecuencias de los resultados de las urnas en Extremadura donde, pese a la victoria de la popular María Guardiola, Vox ha ganado una fuerza incontestable. En estos términos, ha avanzado que no ha mantenido conversaciones con Abascal sobre el escenario electoral que se viene por delante en 2026 y ante la primera prueba que se dio en Extremadura, pero ha reclamado "proporcionalidad" en la consolidación parlamentaria de los resultados autonómicos. "Hay un partido que ganó las elecciones contundentemente, una victoria inapelable del PP y una derrota inapelable del señor Sánchez. (…) Es inaudito que el centro derecha y la derecha más radical tengan el 60% de los votos", ha señalado al respecto. Bajo este telón de fondo, el propio líder de la oposición al Gobierno de Sánchez ha reconocido que, teniendo en cuenta que "el 60% de los extremeños" eligieron PP aun teniendo que apoyarse en Vox, su formación "necesitará los votos" de los de Abascal "para mantener la estabilidad". "Las elecciones se hacen para ponernos a disposición de las urnas, no para empezar a pelearse entre los partidos...