El Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia (TSJMU) ha culminado este lunes en Lorca la tercera y última fase de implantación de los Tribunales de Instancia, un nuevo modelo organizativo que entrará en funcionamiento el próximo 1 de enero, en el marco de la ley de medidas en materia de eficiencia del Servicio Público de Justicia. Los diez juzgados unipersonales de Lorca pasan a integrarse en un tribunal de instancia bajo la presidencia de la magistrada Carmen Berta Romero. En total en la Región habrá 11 de estos tribunales, uno por partido judicial, que asumen 127 juzgados unipersonales. El presidente del TSJMU, Manuel Luna, ha explicado que este modelo se apoya en “una estructura integrada por 25 servicios comunes”. Estos servicios, dirigidos por letrados de la Administración de Justicia, asumen “una responsabilidad esencial en la dirección y funcionamiento del sistema”, según ha destacado Luna. Sin embargo, ha subrayado que la consolidación del sistema depende de más recursos y que, por ello, “la Sala de Gobierno del TSJ ha comunicado al Ministerio de Justicia y al Consejo General del Poder Judicial la urgente necesidad de crear 22 nuevas unidades judiciales en la Región de Murcia porque solo así podrá consolidarse este nuevo modelo y hacerse viable en términos reales”. El proceso se ha desplegado por fases, lo que ha permitido una primera evaluación en los partidos judiciales más pequeños. Según el presidente del TSJ, los datos iniciales “permiten trasladar a la ciudadanía un mensaje positivo”, con una reducción de la pendencia de en torno a un 25 % en los juzgados donde ya funciona. No obstante, ha matizado que “la evolución no es homogénea”, como demuestran las diferencias entre partidos como San Javier, con una clara mejoría, y otros como Molina, con resultados mixtos. El secretario de Gobierno del TSJMU, Javier Parra, ha calificado esta fase final como la culminación de “un proceso organizativo complejo”. Ha afirmado que “los Tribunales de Instancia suponen un cambio profundo en la forma de trabajar, que exige coordinación, adaptación y un esfuerzo adicional por parte de todos los profesionales”. Para Parra, la clave del éxito está en que los servicios comunes sean el “eje vertebrador” del sistema, lo que debe acompañarse de “un uso inteligente de las herramientas de gestión procesal y de un nuevo enfoque en la atención a profesionales y ciudadanos”.