La ministra de Defensa, Margarita Robles , ha justificado este lunes la decisión del Gobierno de «autorizar la transferencia de determinado material de defensa y doble uso» de origen israelí para una serie de proyectos liderados por Airbus -de la que el Estado posee en torno a un 4%-debido a motivos «comerciales». « El acuerdo que se tomó (la semana pasada en el Consejo de Ministros) no tiene relación con las políticas militares ni de defensa, sino con el ámbito comercial, de las exportaciones«, ha subrayado Robles este lunes en una entrevista en el programa 'La Hora de La 1'. «Airbus, para poder exportar determinados materiales y para poder seguir el trabajo de determinados proyectos industriales de aviones, el A400M o el C295, necesita esa tecnología israelí , pero con una finalidad, como digo, industrial, comercial, de exportación y para nada está relacionado con el ámbito de las armas«, ha añadido la titular de la cartera de Defensa. En ese sentido, Robles ha ahondado en que desde el Ministerio de Defensa se ha impulsado un plan de »desconexión« de la tecnología militar israelí en el marco de la política española contra el genocidio en Gaza y de apoyo a la población palestina. «En el caso de (la excepción con) Airbus tiene relación con exportaciones a otros países y con el ámbito industrial y de creación de puestos de trabajo en sitios como en la factoría de San Pablo, en Sevilla», ha relatado Robles. Cabe señalar que el pasado martes, 22 de diciembre, en el último Consejo de Ministros del año, el Gobierno autorizó de forma excepcional la transferencia de determinado material israelí de defensa y doble uso para una serie de proyectos aeronáuticos liderados por Airbus, los cuales, según el Ejecutivo, tienen un «gran potencial industrial y exportador». Se trata, en concreto, de los proyectos del A400M, A330MRTT, C295 y Sirtap (programa de drones militares), los cuales, según ha argumentado el Gobierno, tienen «un importante efecto arrastre para el sector» y se consideran «indispensables para la viabilidad económica de las líneas de producción y preservar miles de empleos de alta cualificación en España». «En el caso de los proyectos señalados, no existen alternativas inmediatas para suplir con garantías determinados componentes tecnológicos imprescindibles. La imposibilidad de mantener ese comercio con Israel pone en alto riesgo la continuidad de estos proyectos en España, lo que supondría un impacto industrial, económico, de empleo y tecnológico de tal calibre que afectaría a la autonomía estratégica y a los intereses generales nacionales», aseguró el Gobierno en la referencias del Consejo de Ministros de la semana pasada. Uno de los componentes que se exporta desde Israel es el radar multimodo de los C295 . Se trata de un instrumento para las misiones de patrulla marítima que resulta fundamental para garantizar la eficiencia de este modelo. También están las exigencias de los clientes que piden determinados sistemas, muchos de ellos procedentes de este país y sin los mismos, sería imposible terminar el ensamblaje y se incurriría en retrasos en las entregas. Ese es también el caso del escudo antimisiles Elbit Systems que se instalarán en las unidades destinadas al Ejército alemán. El acuerdo entre Airbus y la compañía israelí se firmó en 2023 por 263 millones de euros y sigue vigente. La decisión del Ejecutivo central llega justo cuando el programa A400M gana velocidad y tras haber garantizado su viabilidad con una aceleración en los plazos de entrega . Estos mismos los firmaron los gobiernos de España y Francia para los pedidos que tenían pendiente, lo que apuntala así la producción en las plantas sevillanas. A ellos se suman el nuevo encargo del Ejército del Aire de 18 unidades del C295 para el entrenamiento de pilotos. En la misma entrevista, Robles también aseguró que España ha alcanzado una inversión en defensa del 2,1% del PIB en 2025, para lo cual se incrementaron los presupuestos militares en 10.471 millones de euros. «Invertir en defensa es invertir en paz. C uando no hay paz, nada es posible. Es invertir en seguridad, en innovación, en tecnología, en la creación de puestos de trabajo. Cuando nosotros llegamos al Gobierno, nuestras fuerzas armadas carecían prácticamente de todo. La inversión en defensa era del 0,9% del PIB. Nosotros hemos hecho un esfuerzo, cumpliendo los compromisos a los que se llegó en Gales (en referencia a la cumbre de la OTAN de 2014 en la que se fijó una inversión del 2% del PIB para los miembros de la Alianza Atlántica), y este año llegamos al 2%«, ha remarcado. «España es un país fiable, responsable, que trabaja por la paz, que tiene todas las capacidades dispuestas para, cuando sea necesario, poder contribuir a la paz (...) Estamos cumpliendo con nuestros compromisos. A veces, algunos, con desconocimiento de la realidad, dicen que España no cumple. España cumple. España es de los países que más cumplen en el ámbito de la Alianza Atlántica«, ha añadido.