George Clooney , su esposa, Amal Alamuddin , y sus dos hijos, Alexander y Ella, se han naturalizado franceses para protestar contra Donald Trump . Hace semanas, Clooney hizo la petición con mucha prudencia, sin darle publicidad de ningún tipo, pero la noticia ha sido publicada en el Journal oficiel. Clooney y su esposa son propietarios de una gran villa en el departamento del Var, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, próxima a la frontera italiana. Con mucha discreción, el actor presentó su petición oficial ante las autoridades locales y regionales, para evitar una publicidad que consideró «no deseable» . Confirmada la noticia de su naturalización, la de su esposa e hijos, Clooney, que tiene un francés «modesto», ha reaccionado de este modo: «Amo la cultura francesa, amo la lengua francesa, aunque sigo hablándola más o menos regular. Quiero que mis hijos vivan y se eduquen en Francia, normalmente, como yo lo hice, en mi infancia y juventud, en Kentucky». «Quiero que mis hijos tengan una educación y una vida normal», continúa Clooney, agregando: «Tener una vida normal es algo esencial, para mi, para mi esposa, es lo que queremos para nuestros hijos». En «segundo plano» el enfrentamiento personal entre Clooney y Donald Trump también ha tenido una importancia quizá capital. Hace meses, el actor hizo públicas sus «reservas» e «inquietud» ante las amenazas del presidente contra la libertad de prensa en los EE. UU. Irritado de mala manera, Trump califico Clooney de «actor de segunda categoría». Siguieron intercambios de «amabilidades» siempre más duras, que culminaron cuando el actor denuncio el comportamiento del presidente contra empresas periodísticas y periodistas, amenazándolos de manera directa y agresiva. Clooney, su esposa e hijos vivieron unos veinte años en Italia, en una residencia legendaria en el lago de Como, Villa Leandra , un palacio del siglo XVIII. El actor sigue siendo propietario de esa residencia, pero ha decidido instalarse en la Costa Azul a la hora de pedir y obtener la nacionalidad francesa. La residencia de Clooney en el departamento del Var es otro palacio del siglo XVIII, con 172 hectáreas de terreno, dos piscinas y pistas de tenis. A juicio del actor, su nueva residencia permitirá a sus hijos vivir «normalmente», sin el «acoso» que habían comenzado a sufrir en Italia. La nacionalización francesa de Clooney y su familia es el primer «eslabón» de una serie que puede crecer con relativa rapidez, quizá. Hace días, uno de los grandes maestros del «nuevo cine» norteamericano de los años 80 del siglo pasado, Jim Jarmusch , músico, intérprete, guionista, productor, ganador del León de Oro en la última Mostra de Venecia, anunció su decisión de pedir el pasaporte y la nacionalidad francesa, para «romper» con los EE.UU. de Donald Trump, justificando su decisión por razones muy semejantes a las de Cloney: «Será para mi un gran honor contar con el pasaporte francés. Francia y su cultura han influido profundamente en mi vida. Francia me parece la encarnación de un modelo de resistencia contra el modelo autoritario y policiaco de Trump, una catástrofe para los EE. UU., donde nací y ha producido toda mi obra…».