Algunas decisiones que toman los padres pueden cambiar el rumbo de una vida, incluso en Hollywood. Esto queda claro en la reciente confesión de Jamie Lee Curtis, quien recordó con emoción como su madre, la legendaria actriz Janet Leight, la protegió de una oportunidad que parecía enorme en su infancia, pero que ella hoy ve como una bendición disfrazada.La historia tiene como telón de fondo uno de los filmes más icónicos del cine de terror y ofrece una mirada honesta sobre la importancia de una infancia preservada.¿Qué oportunidad perdió Jamie Lee Curtis cuando era niña?En una reciente plática en The Drew Barrymore Show, Jamie Lee Curtis contó que un productor de The Exorcist, amigo de su madre, llamó a Janet Leigh para preguntarle si dejaría que su hija tuviera una audición para la adaptación del clásico de terror.En ese momento, Curtis tenía solo 12 años, y aunque el productor vio potencial en su personalidad, describiéndola como adorable y traviesa, su madre decidió que no era apropiado involucrarla en un proyecto de ese tipo tan joven.El papel como todos sabemos finalmente fue para Linda Blair, quien con apenas 14 años interpreto a Regan MacNeil y obtuvo una nominación al Oscar por su trabajo, convirtiéndose en uno de los performances infantiles más recordados del cine de horror."Llamó a mi madre y le dijo: 'Oye, estoy produciendo la película basada en el libro El Exorcista. ¿Dejarás que Jamie haga la audición?'. En aquel entonces yo tenía unos 12 años y era guapa, un poco atrevida y tenía personalidad. Estoy segura de que me vio en una fiesta y pensó: 'Oh, sería graciosa'", recordó Curtis durante su conversación con Drew Barrymore. "Y mi madre dijo: 'No'".¿Por qué esta agradecida Jamie Lee Curtis por esa decisión?Curtis explicó que su madre quería que ella tuviera una infancia normal, lejos de las profesiones y oscuridades de la industria cinematográfica desde tan pequeña.A diferencia de otros actores que comenzaron a trabajar siendo muy pequeños como Drew Barrymore, quien subió al estrellato a los siete años, Jamie tuvo la oportunidad de crecer sin esa presión desde tan temprano.¿Cómo ayudó esa decisión para su futura carrera?Aunque en su momento no pudo interpretar el papel en The Exorcist, Jamie Lee Curtis no tardó en convertirse en una figura clave del cine de terror por su propia trayectoria. Su gran oportunidad llegó años después, con Halloween (1978), dirigida por John Carpenter, donde interpretó a Laurie Strode, papel que la consolidócomo una verdadera "scream queen" y la lanzó al estrellato.A lo largo de su carrera, Curtis ha protagonizado numerosas películas de culto y más allá, mostrando una versatilidad excepcional y dejando claro que, incluso sin audicionar para The Exorcist, su camino creativo fue igualmente notable.APP