El mapa de los grandes conflictos que azotan el planeta ha sido el tema central de análisis en el programa 'La Linterna' de COPE. El director del programa, Ángel Expósito, ha repasado junto al corresponsal de COPE en Estados Unidos, David Alandete, y el diplomático y analista Gustavo de Arístegui, la situación en Ucrania, Palestina, África y Venezuela, desgranando las claves de enfrentamientos que marcan la geopolítica actual. La reciente reunión en Mar-a-Lago entre Donald Trump y Volodímir Zelenski ha centrado la atención sobre la guerra de Ucrania. Tras el encuentro, ambos líderes han asegurado que más del 95% de un plan de paz de 20 puntos estaría resuelto, generando un cauto optimismo. Según Trump, se trata de "un nuevo pasito hacia adelante", afirmando que están "mucho más cerca que nunca" de un acuerdo, aunque el principal escollo sigue siendo el reparto territorial en la región del Donbás. Según el análisis de David Alandete, uno de los puntos positivos centrales es la "garantía de seguridad" que Estados Unidos ofrecería a Ucrania, lo que implicaría que Kiev pasaría a formar parte del "ecosistema de la OTAN" sin una membresía formal. Alandete también ha señalado un cambio en la postura de Trump, quien "está perdiendo la paciencia con Putin" y ha llegado a calificar a Zelenski de "héroe", algo impensable hace un año. El presidente estadounidense parece decepcionado al constatar que la mayor resistencia a la paz proviene del Kremlin. Para el diplomático Gustavo de Arístegui, la negativa de Rusia a cerrar un acuerdo tiene una motivación económica estratégica. "Putin leyó de una manera muy clara un informe especial del FSB que decía que no podía aceptar ningún tipo de alto el fuego antes de enero del 26", ha explicado. La razón, según Arístegui, es que "sospechamos que la línea del frente todavía no ha llegado a conquistar las minas posibles de tierras raras". Si Moscú logra ese control, sumaría a su dominio energético sobre el gas y el petróleo la capacidad de presionar a Occidente con estos minerales críticos. Mientras tanto, la guerra continúa su curso y Moscú ha asegurado haber derribado 90 drones ucranianos en varias de sus regiones, algunos dirigidos contra una residencia de Vladímir Putin. Desde Kiev, ciudadanos como Olena describen una realidad marcada por los cortes de luz y calefacción en pleno invierno: "Hay problemas con la luz, hay problemas con calefacción, no en todas las casas, pero en muchas. Sabemos que podría ser mucho peor". En Oriente Medio, el foco está en la reunión de Trump con Netanyahu, donde el principal escollo para avanzar es el desarme de Hamás. Trump ha señalado que la presión debe ejercerse sobre Turquía y Qatar, y ha advertido a Irán de que se enfrenta a un nuevo ataque si interfiere. El mandatario estadounidense ha manifestado su intención de "inyectar dinero" para la reconstrucción en beneficio de los civiles palestinos. Gustavo de Arístegui ha ofrecido una visión crítica, afirmando que, si bien Hamás es una "organización terrorista repugnante" y el derecho de Israel a defenderse es innegable, "rara vez se hizo tanto daño a la legitimidad del estado de Israel, como cuando no se permitió la entrada de la ayuda humanitaria". El diplomático ha subrayado que los gazatíes no son cómplices del terrorismo: "2.200.000 gazatíes son rehenes de jamás, no son cómplices de Hamás". La situación en el terreno ha sido calificada de "total destrucción" por Rocío Simón, enfermera de Médicos Sin Fronteras en la Franja, quien describe un panorama desolador donde "quedan muy pocos edificios en pie" y la necesidad es acuciante. La mirada geopolítica se ha desplazado también a África. Arístegui ha destacado la importancia de Somalilandia y el control de sus puertos para dominar el estrecho de Bab el-Mandeb, un "punto de ahogamiento" vital para el comercio mundial que nutre a Europa. Garantizar la seguridad en este paso es clave para proteger el tráfico del Canal de Suez frente a los ataques de los hutíes, a quienes ha calificado como un "proxy iraní". Más al interior, en el Sahel, el diplomático ha descrito la región como "nuestro patio trasero" y "Dodge City, ciudad sin ley", el mayor foco de inestabilidad del planeta. Ha valorado positivamente los ataques de Estados Unidos en Nigeria para frenar la persecución de cristianos, considerándolos un "acierto estratégico" para evitar que la zona sea dominada por "nuestros enemigos, sean los yihadistas, sean los rusos o los chinos". Finalmente, el análisis ha concluido en Venezuela, donde Gustavo de Arístegui ha recordado que el régimen chavista "ha financiado, creado, impulsado y protegido a toda la extrema izquierda en el hemisferio occidental y en Europa". Ha advertido que aún queda por saberse mucho sobre las conexiones del chavismo con figuras como Rodríguez Zapatero y con "los movimientos más ultraizquierdistas del partido demócrata de los Estados Unidos".