Tristeza por Badalona... ¿Y Alicante?

Asistimos atónitos al desahucio de centenares de personas en plena alerta meteorológica y un frente frío en Badalona, pero la cosa aún empeoró cuando su alcalde se dio un baño de multitudes entre proclamas racistas para que no acogiesen a una docena de los desahuciados en una parroquia. La deshumanización del pobre y racializado ha llegado a un punto de no retorno, resuena ya la “Noche de los cristales rotos”, o un Torre Pacheco a escala nacional, mientras en Interior no hacen nada.