2025, o el año que se le encogió el alma a Córdoba

El 8 de agosto de 2025 pudo cambiar el sino de la historia de Córdoba. En plena canícula la imagen de la cubierta de la Mezquita-Catedral en llamas hacia las 21.00 horas daba la vuelta al mundo y encogía en un severo pellizco a todos los cordobeses y a innumerables ojos que, asombrados, devolvían su memoria al fatídico incendio en la catedral de Notre Dame . De no haberse actuado con la diligencia y rapidez que se hizo, podríamos estar hablando aún de una catástrofe patrimonial de enorme magnitud sobre el principal monumento y templo católico de Córdoba, y uno de los bienes excepcionales de carácter universal. Sin embargo, el suceso no llegó a esa escala y supuso un punto de inflexión para la propia gestión del espacio y un modelo a seguir, por su eficaz resolución, para todo el orbe patrimonial, como la Unesco y otras las instancias gubernamentales españolas recalcaron días después. El colapso de una cubierta y la afección de un total de tres en la zona de Almanzor fueron las consecuencias. Un fortuito fallo eléctrico de una barredora no conectada, la causa dictada por la Policía Científica y avalada por el juez. En los próximos meses el Cabildo Catedral de Córdoba desplegará un sistema de nebulizadores por las cubiertas de la catedral, retocará el plan de autoprotección -auténtica guía por la que se logró mitigar el fuego a tiempo- y trasladará los enseres apilados en la nave foco del fuego al exterior -como ya estaba gestionando-. En apenas dos meses se llevaron a cabo las labores más urgentes y ya están en marcha las obras de rehabilitación, que concluirán en junio de 2026. El suceso llegó justo en plenas obras del mihrab y la macsura -que tienen por delante tres años de fina operativa para restaurar la gran joya del monumento- o los primeros trabajos de intervención en la Capilla Real. Y ha precedido a la primera Huella de Carbono de la Mezquita ¡-casi pionera en todo el mundo-, su primer Plan de Sostenibilidad y el remate final al nuevo Centro de Recepción de Visitantes en el Palacio Episcopal, que abrirá sus puertas el 19 de enero. Todo ello abunda en la idea de un espacio único y vivo, tan vivo justo en uno de los momentos más críticos. Sin duda alguna ha sido el hito informativo del año 2025 en Córdoba, cuyo curso ha estado plagado de luces y sombras. Durante el año que se marcha el Aeropuerto de Córdoba ha afianzado sus vuelos regulares y la llegada de aerolíneas. Tanto la nueva ruta hacia las Islas Canarias que emprendió Binter el 1 de abril como los vuelos con Barcelona de Vueling desde el 18 de septiembre que sí sitúan a Córdoba en una plataforma de 200 destinos internacionales a través del 'hub' de El Prat y los billetes combinados. El aeródromo va a cerrar el año con su dato histórico de pasajeros (por encima de los 30.000) y con la ampliación de servicios por ambas empresas hasta bien entrado el otoño próximo. El ámbito económico también ha dejado una noticia de peso como fue la compra de Supermercados Piedra por la firma onubense El Jamón. Un total de 67 tiendas (bajo las diferentes marcas del grupo familiar cordobés) y 800 trabajadores que desde el 1 de enero formarán parte de un gran buque distribuidor andaluz con 362 tiendas y cerca de 700 millones de facturación. Plena integración laboral y uniformidad en la marca y el formato de venta de la firma con sede en Lepe. Piedra estaba a punto de cumplir 60 años de trayectoria, convertida en una de esas marcas identitarias de la ciudad y que ha granjeado esta operación en un contexto muy exigente de costes, precios y logística. La Base Logística del Ejército de Tierra 'General Varela' sigue acaparando, por su parte, muchas miradas tanto informativas como empresariales. Sigue cumpliendo etapas y hace unas semanas el Consejo de Ministros autorizaba el gasto de 394 millones de euros para licitar las obras de edificación del complejo de la Rinconada (85 hectáreas). Medio centenar de inmuebles. Desde el gran corazón automatizado de taller, hasta el gran almacén y el resto de enclaves auxiliares que deben estar funcionando en los primeros compases de 2029, según las últimas fechas del Ministerio de Defensa. El próximo 2026 será, a buen seguro, el ejercicio en que que también arranque la urbanización del gran parque empresarial anexo (Gran Capitán es su nombre) con 110 hectáreas de apoyo a la propia Base. Pero, sin duda, otra de las gratas noticias que deja 2025 es la llegada de grandes empresas vinculadas al sector de la defensa a Córdoba, el gran valor añadido de esta infraestructura militar, un vector de tracción y cambio en la estructura productiva cordobesa. Tan es así, que Indra , la multinacional llamada a convertirse en el campeón nacional del sector, ya ha abierto una de las dos plantas que pretende abrir en la ciudad para la fabricación de radares de última tecnología. Pondera una inversión total, por ahora, de 56 millones de euros para 150 empleos nuevos que se suman a los 300 de su filial local Deuser para empezar. La cartera de contratos que pueden recalar en Córdoba es mayor, por lo que las cifras irán variando, como los emplazamientos del grupo que preside Ángel Escribano y que tiene en su horizonte la compra, precisamente, de Escribano E&M -de la que es propietario junto a su hermano Javier- y que opera en Rabanales 21 fabricando el lanzacohetes Silam , afectado por los recortes del Gobierno de Sánchez a los proveedores israelíes que tenía este proyecto -los más avanzados del mercado-. Escribano busca alternativas como también espacio para los proyectos que irán recalando entre sus paredes. Y lo mismo se espera de Oesía, otra empresa matriz en el sector y de la que este año se conoció su llegada a Córdoba, como GDELS-Santa Bárbara o Sicnova. Pero no todo han sido vientos favorables. Tal vez la provincia sigue lastrada por problemas estructurales que no encuentran solución o que se posterga la que existe. Agua, agricultura, potencia eléctrica o población son temas muy básicos e imprescindibles para el desarrollo de un territorio, pero durante este 2025 que acaba ninguno de los cuatro ha brillado con expectativas que siguen sin cumplirse y dificultando el futuro inmediato. Las lluvias parecen borrar del primer plano los problemas que atravesó el Norte de Córdoba hace un par de años y del que surgió una áspera polémica sobre las garantías de suministro a una población de 80.000 habitantes que estuvieron un año sin agua potable en sus grifos. La conexión del embalse de La Colada con el de Sierra Boyera que rescató la Junta de Andalucía sigue bloqueado. La Confederación Hidrográfica del Guadiana ha pasado todo el año 2025 exigiendo unos cambios cuyo estudio y resolución ha ido dilatando en los tiempos permitidos y jugando más a hacer política que gestión hidráulica. La Junta de Andalucía y la Diputación de Córdoba, por su parte, han modificado de manera significativa el proyecto adjudicado a Jicar hace más de un año para intentar sortear el férreo placaje del Gobierno y el ente hidrográfico, cuyo presidente, Samuel Moraleda , denostó desde el principio -y sin que se pronunciaran sus técnicos- esta solución que garantiza de manera más adecuada el flujo de agua en el Norte, toda vez que el propio Ejecutivo del PSOE rechazó contra su propio criterio la unión entre Sierra Boyera y Puente Nuevo. Hace unas fechas que Diputación y Junta han presentado el proyecto modificado para poder empezar unas obras muy esperadas. La cercanía de las elecciones andaluzas van a ser más determinantes. Si no es el agua, es la luz. La corona norte de la provincia, la capital y otros puntos del Sur tienen claros déficit de potencia en la red para el impulso empresarial. Si el Ministerio de Transición Ecológica dejó atrás estas reivindicaciones en el horizonte de 2026, el nuevo marco hasta 2030 para mejorar la red de todo el país ha vuelto a dejar en la estacada oficialmente a Córdoba. Aunque la vicepresidenta María Jesús Montero , a la sazón candidata del PSOE, ha prometido darle la vuelta al problema y una inversión de 100 millones de euros justo cuando los alcaldes socialistas más se quejaban. Todo está pendiente de las alegaciones que la Junta de Andalucía, la Diputación y los empresarios han elevado y de ver si la palabra de Montero se cumple, al menos, sobre el papel. Agua, luz,... campo y población. Un binomio este último fundamental que retroalimenta para fijar habitantes en el territorio. Un binomio fundamental en Córdoba que se ha topado este 2025 que expira con los nuevos planteamientos económicos de Bruselas hacia los próximos años que priman el gasto defensivo sobre el presupuesto agrario, lo cual supondrían un revés importante para el sector primario cordobés, en el que las ayudas percibidas de la PAC son cruciales, pero también lo están siendo las interminables exigencias para la producción y venta. El cabreo entre los agricultores es mayúsculo y en estos últimos días del año ya se han manifestado frente a la propia Comisión Europea. Porque si flaquea el brazo agrario, la población se resiente aún más de lo que ya está mermando. En el último año, y según datos del INE, Córdoba ha perdido 3.000 habitantes y es la provincia española que más habitantes pierde ya, encadenando varios ejercicios negativos que están extendiendo la mancha del problema a zonas en las que hasta ahora no había este tipo de resta de vecinos. Almería ha superado este año a Córdoba en población y es ya la quinta provincia andaluza, relegando a la cordobesa al sexto lugar con 770.000 habitantes. Estos lastres para la provincia aún se han visto más agrandados con otra infraestructura que duerme el Sueño de los Justos. La conversión en autovía de la N-432 a su paso por Córdoba (más de 200 kilómetros) es ya casi una utopía. El Ministerio de Transportes ha asegurado de manera tajante este 2025 que no es una prioridad. Lo dijo el ministro Óscar Puente en Córdoba y lo reitera en el Congreso y el Senado ante las preguntas de sus señorías. La complejidad ambiental desde Zafra hasta Córdoba , incluso el lince , en el último argumento cuestionado hasta por los propios ecologistas extremeños, es, siete años después, el obstáculo para renunciar a todo el trabajo hecho y la autovía, dejando para más largo plazo otra solución (desdoblamiento de la actual carretera) que seguirá sin llegar. En los últimos cinco años esta carretera acumula 22 fallecidos en más de un centenar de accidentes que no parecen llamar la atención sobre las condiciones de una carretera de otro tiempo. No es la única vía que necesita Córdoba . A finales de octubre se dio el pistoletazo de salida a la Ronda Norte en la capital, otra vieja aspiración que se ha topado con un yacimiento de época visigoda que espera su integración bajo la calzada que debe ejecutar la Consejería de Fomento: 30 millones de euros, tres años de obras y apenas un kilómetro de longitud para ir concluyendo el anillo circulatorio de la ciudad. Una compleja obra a la que algún día deberá seguir el tramo final por debajo del Parque de la Asomadilla hacia la conexión con el trozo final municipal. Dos notas más sellan lo más sobresaliente de 2025. En el lado positivo, la situación del Córdoba CF cuyos gestores (con Antonio Fernández Monterrubio a la cabeza) y propietarios (Infinity como mayoritario, y Park Bench) han logrado consolidar al equipo en Segunda, arrojar por primera vez beneficios en el ejercicio contable, estirar el presupuesto al más alto en la categoría y sentar las bases de un periodo de estabilidad institucional y comunión con la afición. Y todo ello el año en que los tribunales han emitido dos condenas para el expresidente Jesús León que suman casi 11 años de prisión por su oscura gestión plagada de delitos (el llamado 'caso saqueo del Córdoba CF') y otros cuatro para otro exmandatario como Carlos González (y las obras de su chalé, en las que acabó incurso el propio León). El ítem más negativo lo protagonizó Antonio Fernández Díaz 'Fosforito', que falleció en Málaga el 13 de noviembre a los 93 años de edad. Una de las cinco 'Llaves del Flamenco', máximo galardón de cuantos hay en el arte jondo, y máximo exponente del saber enciclopédico de esta auténtica raíz cultural y musical. Su trayectoria, su estilo y su legado quedan para siempre entre su Puente Genil natal y su Málaga residencial.