Su pluma forjó más de un centenar de comedias y otros tantos autos sacramentales. Pedro Calderón de la Barca, alocado en sus años mozos y recto sacerdote cuando la senectud le arrebató el brío y la agilidad para la esgrima, rubricó una montaña de obras centradas en el honor, la libertad, el destino... Mil y una temáticas. Pero, lo que son las cosas, siempre guardó algunos versos para los bregados soldados que conformaban los Tercios de la monarquía hispánica . «Aquí la necesidad / no es infamia, y si es honrado, / pobre y desnudo el soldado, / tiene mejor cualidad / que el más galán y lúcido», escribió en una ocasión. Tenía razones para ello, pues había combatido en... Ver Más