David Andina, pediatra : «Los médicos ni nos hacemos ricos con las guardias ni las dormimos»

Se hizo médico, quizá porque su madre era enfermera, y porque cuando estudiaba en el instituto la serie de moda era Urgencias , con un George Clooney en el papel de pediatra que le catapultó a la fama. Pero, sobre todo, por vocación. « Sin vocación nunca te convertirías en médico . No es la profesión con mejores condiciones de trabajo y mejor remunerada«, se lamenta. David Andina siempre ha trabajado en la sanidad pública y desde su último año de residencia lo hace como pediatra en las Urgencias de un hospital infantil de Madrid. Le enganchó desde el principio: la adrenalina con la que se trabaja, la patología grave a la que te enfrentas, el cambio continuo de pacientes... También es el mejor sitio para tomar la temperatura al sistema sanitario y a los cambios que vienen. Y con esa experiencia teje sus hilos en redes sociales donde ya se ha convertido en un pediatra viral. Allí avisó hace unas semanas de la oleada de gripe que venía: «Esta curva de la gripe en España es demencial. Hasta fin de año nos esperan jornadas terribles», contaba. ¿Qué es lo que se ve ahora desde la atalaya de un servicio de Emergencias? Es cierto que es un buen termómetro para medir el estado de salud de la población. Lo que empiezas a ver en la urgencia se adelanta al boletín epidemiológico de la semana siguiente. Las primeras semanas de diciembre batimos récord de pacientes atendidos durante varios días, y ahora vemos que los pacientes con gripe han bajado. La epidemia se está frenando en niños y empezamos a ver un poco de luz en el horizonte. ¿Cómo decidió lanzarse a la divulgación en redes sociales? Lo hice porque las instituciones han abandonado la labor de educación sanitaria pese a la importancia que tiene. En esta época que podríamos ser los mejores informados, sucede lo contrario. O estamos mal informados o nos informamos en sitios que no lo hacen bien. En un día laboral normal, podemos ver 80-90 niños; en una jornada de guardia, entre 270 y 300. Pensé que podría enseñar a muchos padres a distinguir cuándo es importante venir a las urgencias de un hospital y cuándo pueden evitarse tres o cuatro horas en una sala de espera. O para prepararles cada año para la vuelta al cole o la guardería, que sepan que es normal que sus hijos pueden tener cinco procesos febriles a lo largo del curso. ¿Ha cambiado el perfil de los padres que acuden a Urgencias? Lo que ha cambiado es la sociedad. Ahora en las primeras horas de un proceso febril se demanda un diagnóstico preciso y eso para nosotros es imposible. No tenemos respuestas tan rápidas. Se busca inmediatez y se tiene una menor tolerancia a la adversidad y a la enfermedad. Gracias a nuestro calendario de vacunas, tan completo, las enfermedades infecciosas graves han disminuido. Cada vez ingresamos a menos niños, pero curiosamente cada vez vienen más a urgencias. Aunque la mayoría de los casos no terminen ni en un ingreso ni en el diagnóstico de una enfermedad importante. Se debe, en gran parte, a la situación de la atención primaria, donde antes se daba una respuesta más rápida y evitaba que los padres acudieran al hospital. ¿Los padres llegan con el diagnóstico de ChatGPT, como antes lo hacían con 'Doctor Google'? No, puede que muchos consulten los resultados de analíticas y pregunten a Chatgpt, pero se asume y se respeta el diagnóstico del médico. Al menos, desde mi experiencia. Supongo que en estos años de profesión habrá visto situaciones surrealistas Sí, pero mejor no contarlas para que nadie se enfade… Algo que sí puedo contar es que a pesar de trabajar en un hospital infantil que no tiene maternidad, nos llegan madres a punto de dar a luz para que les atendamos y algún niño ha llegado a nacer sin estar preparados para atender partos. ¿Es una leyenda urbana que las Urgencias de un hospital se vacían cuando hay un partido de fútbol importante? Es una anécdota, pero sí tenemos menos niños cuando hay un partido de fútbol, llueve fuerte, o en determinadas horas. Somos el sustituto del centro de salud que no funciona. ¿Aunque suponga esperar una media de tres horas para ser atendido? Eso parece no importar. En redes sociales divulga, pero también denuncia las condiciones laborales de los médicos, sobre todo ahora en plena negociación con el Ministerio de Sanidad por el Estatuto Marco. ¿Con qué reclamación atendida se daría por satisfecho? Con la desaparición de las guardias de 17 y 24 horas. Atenta contra nuestra salud mental, física y, sobre todo, pone en riesgo a los pacientes que nos confían su salud. En ningún país de nuestro entorno se entiende que un médico trabaje 17 o 24 horas seguidas sin parar más que para comer, cenar o ir al baño. Pero esta situación no es nueva. ¿Por qué se normalizaba antes? Ha cambiado la forma en la que se usan los servicios de urgencias. Hace décadas cuando se estaba de guardia se estaba en la expectativa de trabajar por si aparecieran casos urgentes. Ahora las urgencias se han convertido en un servicio que atiende pacientes de forma continuada. No hay un momento de tregua más que, a lo mejor, dos o tres horas de madrugada. Entonces, esto ya no es estar a la expectativa de tener que trabajar, es trabajar 17 o 24 horas de forma continuada. No tiene ningún tipo de sentido. Una huelga de médicos en plena oleada de gripe es la tormenta perfecta. Quizá la ciudadanía no lo entienda bien. Como cuando los controladores se ponen de huelga en plenas vacaciones. ¿Temen perder el relato en la calle? No creo que esté perdido. Basta con que un paciente haya tenido contacto con la sanidad pública para darse cuenta de que esto es totalmente inasumible. Tengo pacientes a los que dejo en observación y cuando les doy el alta a las 8 de la mañana, se sorprenden de que sea el mismo médico que les vio el día anterior. Nos ven con ojeras, en pésimo estado… Sin embargo, en redes sociales se leen afirmaciones de gente muy enfadada del tipo: «Os hacéis ricos con las guardias», «en las guardias se duerme», «las nuevas generaciones ya no aguantan nada…». ¿Cuál de todas estas afirmaciones duele más? Ni nos hacemos ricos, ni podemos dormir en las guardias. Yo, por ver niños a las 3 de la madrugada, cobro menos que por verlos a las 9 de la mañana en un día de jornada laboral normal. Ahora mismo si pudiera renunciaría a todas las que tengo que hacer lo haría. De hecho, las guardias son obligatorias hasta los 55 años por algo. Si los médicos se pegasen por hacerlas, no serían obligatorias. Se define como huérfano político, ¿se siente traicionado por una ministra de Sanidad que antes hubiera apoyado esta huelga? Como médico sí me siento traicionado. No creo que Mónica García sea la peor ministra de Sanidad pero al menos en lo que respecta a los médicos sí que siento que es la que más nos ha defraudado porque creíamos que lo que ella declaraba antes de ser ministra lo íbamos a ver reflejado en nuestro trabajo y por ahora no lo estamos viendo. ¿Tenemos la mejor sanidad del mundo, o esto ya no se puede afirmar abiertamente? No creo que tengamos la mejor, pero sí que tenemos una de las sanidades más accesibles del mundo. Hay pocos países que tengan una atención tan buena, como la que se da en España, pero es a costa del maltrato a los profesionales. El último barómetro sanitario del CIS muestra los datos de satisfacción más bajos también de la ciudadanía. Algo está pasando. —Sí, algo está pasando y creo que uno de los principales problemas es que la Atención Primaria, por muchas razones, no es la atención primaria que teníamos hace unos años. Los ciudadanos que la utilizan se dan cuenta. Ojalá se midiera nuestra sanidad por lo bien que funcionan nuestros centros de salud y no por lo bien que va el sistema de trasplantes.