Las importantes cantidades de lluvia, pero especialmente la nieve caída en las cimas más elevadas de la Serra de Tramuntana, con cotas de nieve que llegaron a rondar los 900 metros, dejando espectaculares imágenes en las montañas más altas de Mallorca, han servido para que las reservas hídricas en los embalses que abastecen a Palma se vean levemente aliviadas, aunque las cifras siguen siendo preocupantes para estas fechas, a la espera de que estos episodios de precipitaciones se prolonguen con el inicio del año, cuando se esperan frío y bajas temperaturas en la Isla.