El coche de bolsillo recorre las calles de la nueva-vieja Europa, aunque de momento solo sea en la imaginación de quienes en Bruselas siguen escribiendo con borrones las fechas de su agenda verde. ¿Volvemos a los tiempos del Biscuter?, se preguntan los más críticos. Viajemos hasta allí al volante de nuestro archivo para sacar algunas sonrisas.