El Coll de Rates, en la sierra alicantina, viene a ser en la época invernal como un puerto de paso para buena parte de las figuras del pelotón mundial que huye del frío polar y busca el clima levantino para empezar a preparar con buen pie -o buen pedaleo, según se mire- una temporada ciclista llena de buenaventuras para todos; todos confían en mejorar, en hacerlo mejor que el curso pasado y en un ambiente navideño comenzar a soñar en ganar el mayor número de carreras en un 2026 que se estrena a finales de enero en tierras australianas.