Feliz 31 a mi Taller

Para las que vivimos en constante movimiento, las que nos mudamos, viajamos y emigramos, la existencia de un punto fijo es una necesidad vital. Una casa, un espacio de apoyo, un colectivo al que siempre volver. El 31 de diciembre no solo es el último día del año, sino también una excusa preciosa para visitar un lugar que sentimos como hogar y rodearnos de amor. En medio de un mundo en destrucción, donde cada vez más espacios de pertenencia desaparecen, volver a casa, un lugar donde te esperan y te acogen, es un regalo.