Según reveló el productor de la película, Brian Grazer, el equipo tuvo que recurrir a un agente especialista en tortura para asesorar al actor Ni 'Love Actually' ni 'Solo en casa': esta es la película navideña más taquillera de la historia A la hora de hacer una película, los directores y productores no están solos. Si el largometraje es histórico, el equipo suele contar con el apoyo de asesores que garantizan , en la medida de lo posible, que la historia sea fiel al contexto de la época que tratan de retratar en pantalla. Lo que pocos pueden esperar es que la mismísima Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos también ha participado como asesora de alguna producción audiovisual. Es el caso de El Grinch , la película de fantasía y comedia del año 2000, basada en el libro infantil homónimo de Dr. Seuss y dirigida por Ron Howard. El protagonista del largometraje, un ser verde, peludo y amargado que odia la Navidad , fue interpretado por Jim Carrey . Se trata de uno de los papeles más relevantes de toda su carrera, pero no fue nada fácil ponerlo en pie. El problema no fue otro que la caracterización a la que Carrey se tenía que someter para convertirse en Grinch. “El traje, los prostéticos, el maquillaje… Todo me causaba una sensación de claustrofobia insoportable ”, confesó el actor durante una entrevista en el programa The Graham Norton Show de la cadena BBC. El agobio del protagonista generó una gran preocupación en Howard y Brian Grazer, productor de la película. “Tras el primer día de rodaje, Jim regresó a su caravana convencido de que no podría soportar semanas con el maquillaje del Grinch. Fue a ver a Ron Howard y le dijo que el maquillaje era como una tortura, que no lo soportaba, que no podía hacer la película ”, recordó Grazer en un texto escrito en 2015 para The Daily Beast . El miedo a que Carrey abandonara la película llevó al equipo a tomar una decisión clave. Experto en entrenar a agentes estadounidenses En aquel texto de hace una década, Gazer confesó que, más allá del cine, tenía un gran interés por el mundo de la inteligencia, el espionaje y la lucha contra el terrorismo, lo que le había llevado a tener contacto con la CIA. “Mientras intentábamos desesperadamente resolver nuestro problema, de repente me vino a la mente una conversación curiosa que había tenido. Uno de los agentes de la CIA con los que había hablado años antes se especializaba en entrenar a agentes estadounidenses para sobrevivir a la tortura si eran capturados”, explicó el productor. Entonces se le ocurrió una idea. Carrey era prisionero del vestuario y del maquillaje al que debía enfrentarse en cada rodaje. ¿Y si aquel especialista de la CIA fuera capaz de enseñar a Carrey a sobrevivir a la caracterización de la misma manera que había enseñado a tantos agentes estadounidenses anteriormente? Solo quedaba probarlo, así que el equipo de la película decidió llevarlo al set. “Trajimos al especialista un viernes y pasó todo el fin de semana encerrado con Jim. Le enseñó todo tipo de técnicas para distraerse y para crear escenarios que le permitieran ignorar y superar la incomodidad”, explicó entonces. Años después de que la película llegara a cines, Carrey confesó que, pese al horror que le supuso al principio meterse en la piel de este personaje, acabó pasándoselo bien. Hoy, El Grinch (2002) es una de las películas navideñas más míticas.