Se acerca la habitual manifestación de Sare de enero en Bilbo por los presos autodenominados políticos vascos, y la entidad hace balance. En un año han pasado de 122 a 105, y en dos de 142 a 105 (90 hombres y 15 mujeres). La reducción, por tanto, es sensible, más si cabe apuntamos a las cifras de noviembre de 2010, meses antes de que ETA anunciara su cese definitivo. Hace 15 años, el número de presos superaba los 700, de los cuales 575 estaban repartidos por más de 50 cárceles del resto del Estado, y solo nueve estaban internos en prisiones dentro Euskal Herria. Alrededor de un centenar y medio de presos estaban en cárceles francesas, más otro caso en Portugal y otro en Irlanda del Norte.