La decoración navideña de muchos pueblos de España no deja de sorprender, y esta vez la parada es en Ribera de la Polvorosa, un municipio de la comarca del Páramo a 40 minutos de León. La localidad ha llamado la atención por su original árbol de Navidad creado con mandalas decorativas realizadas a ganchillo. La iniciativa ha sido impulsada por la asociación cultural El Forco, nacida en 2021. Su presidenta, Sara Cachón, ha explicado en el programa "Mediodía en COPE León" con Esther Peñalba Aller cómo esta y otras actividades están devolviendo la vida al pueblo. La idea de decorar el pueblo con ganchillo surgió tras el verano, "una actividad que podría hacer todo el mundo, tanto gente mayor, gente joven", comenta Cachón. Lo que empezó con una reunión para llevar lana se convirtió en un éxito de participación. "La gente, pues, se animó a tejer, pero muchísimo, y de todas las edades". El proyecto arrancó en octubre y se extendió hasta Navidad. Participaron unas 30 personas, muchas de ellas tejiendo desde sus lugares de residencia y enviando los mandalas por correo. Ha sido una verdadera "tarea en equipo", donde unos tejían, otros preparaban los ovillos o ayudaban con las estructuras de alambre. El resultado más visible es el "maravilloso árbol de Navidad", del que se sienten muy orgullosos. Pero la decoración va más allá, incluyendo un tradicional ramo leonés adornado también con bolas y estrellas de ganchillo, y mandalas repartidas por todo el pueblo. La iniciativa ha contagiado a los vecinos, que también han decorado las fachadas de sus casas. El éxito ha sido tal que ya piensan en el próximo año. "Cuando una cosa gusta a la gente y se involucra y están felices haciéndolo, pues hay que continuar", afirma la presidenta de la asociación. Este resurgir no se debe solo a El Forco, sino también al impulso de la nueva junta vecinal en un pueblo de unos 40 habitantes en invierno, la mayoría gente mayor. "Es verdad que si les ofreces cosas, como esto, por ejemplo, pues, reaccionan muy bien y y lo han acogido muy bien", señala Cachón. La asociación se mantiene activa todo el año con actividades como un club de lectura, concurso de microrrelatos, rutas en bici, un recorrido por las bodegas del pueblo y hasta un grupo de teatro amateur en Navidad. El objetivo, según Cachón, es "intentar eso, que el pueblo tenga tenga vidilla". Este dinamismo ha sido clave para salvar servicios como el bar, que estuvo a punto de cerrar hasta que Maricarmen, la hija de los antiguos dueños, se hizo cargo. Esta nueva vitalidad se refleja en la construcción de nuevas viviendas y la rehabilitación de casas antiguas. "Cuando ves que hay gente [...] apetece", reflexiona Cachón, quien concluye con un dato optimista: "Yo creo que no hay ninguna casa cerrada en el pueblo, así que eso es muy buena señal".