Una experta revela cómo reclamar si la fiesta de Nochevieja no cumple lo prometido: "Hay que guardar pruebas"

Aunque las tendencias van cambiando, las fiestas de Nochevieja organizadas son una de las formas más habituales de despedir el año y empezar de la forma más festiva el nuevo.  Sin embargo, como en todos los órdenes de la vida hay que elegir bien a dónde acudir para evitar que una buena idea se convierta en un mal plan. La organización de consumidores Consumur ha lanzado una serie de advertencias y recomendaciones ante la celebración de las fiestas de Nochevieja. Los más rezagados en escoger el plan están a tiempo de fijarse en las claves que lanzan para proteger los derechos de los consumidores. Belén Rodríguez, directora de comunicación de la entidad, ha señalado que los consumidores a menudo priorizan la parte económica, buscando entradas a buen precio sin valorar adecuadamente la seguridad y las condiciones del evento. Por ello, insiste en la importancia de conocer quién es ese organizador y si el establecimiento cuenta con las cuestiones esenciales de seguridad, ya que dar por hecho que un local está autorizado puede llevar a situaciones de riesgo. Uno de los problemas más frecuentes en estas celebraciones es el exceso de aforo. Esta situación no solo impide al consumidor disfrutar de la fiesta, sino que, ante una emergencia, "nos está poniendo en riesgo", afirma Rodríguez. La sensación de no poder moverse o tener que ir "a base de empujones" es un indicativo claro de que se está superando el límite permitido. Un aforo descontrolado pone en riesgo la seguridad de todos los asistentes y debe ser denunciado. Para poder formalizar una queja, Consumur recomienda dejar constancia de la situación. No basta con la palabra del afectado, por lo que es fundamental documentar los hechos. Belén Rodríguez aconseja hacer un vídeo o fotos que demuestren la masificación del local. Con estas pruebas, el consumidor puede denunciar y, además, solicitar la devolución de una parte proporcional del precio de la entrada, ya que las condiciones del servicio no han sido las adecuadas y en muchos casos las prometidas en el anuncio oficial que se hizo de la fiesta en cartelería o redes sociales. La organización recuerda que tanto la entrada es nuestro contrato con la empresa como lo es la publicidad del evento. Si se promocionan servicios como "barra libre toda la noche", servicio de guardarropa o desayuno y luego no se cumplen en las condiciones anunciadas, el consumidor tiene derecho a reclamar. "La publicidad tiene carácter contractual", subraya Rodríguez. Aunque un incumplimiento de este tipo no suele dar derecho a la devolución total, sí se puede exigir una parte proporcional del importe. Para cualquier reclamación, es fundamental conservar la entrada y, si es posible, la publicidad del evento, ya que ambos documentos prueban los servicios contratados. Problemas como la pérdida de una prenda en un guardarropa que se anunciaba como vigilado o una barra libre que se agota a mitad de noche son ejemplos de incumplimientos denunciables. Consumur advierte que estos problemas pueden repetirse en fiestas del roscón de Reyes, por lo que anima a los consumidores a estar vigilantes y luchar por sus derechos. Una denuncia puede suponer el reintegro de parte de la inversión, pero también concienciará sobre la importancia de las asociaciones de consumo.