Filomena, cinco años después los meteorólogos vuelven a mirar los mapas con cierta inquietud: ¿Podría repetirse un temporal histórico en enero de 2026?

Comenzaba enero de 2021 y la expectación era máxima. Los modelos meteorológicos anunciaban lo que muchos definieron como la tormenta perfecta, una gran borrasca que, desde el lunes 4 de enero, ascendería desde el sur hacia el norte de la península, encontrándose con una masa de aire frío ártico instalada sobre el país. El resultado fue devastador, Filomena, la borrasca que pasaría a la historia por paralizar España bajo un manto blanco. Dos fueron las claves del fenómeno: Por el norte, el aire helado procedente del Ártico que había llegado con el Año Nuevo. Por el sur, la borrasca Filomena, que desde el Atlántico avanzó hacia el Mediterráneo, arrastrando aire húmedo y cálido. El choque de masas dio lugar a copiosas nevadas desde el viernes 8 de enero, sobre todo en el centro peninsular. Madrid quedó sepultada bajo más de 50 centímetros de nieve, la mayor acumulación en medio siglo. Según la AEMET, desde 1971 no se vivía algo así. Las imágenes de personas esquiando por la Gran Vía dieron la vuelta al mundo. Pero tras la estampa blanca llegó el caos: Más de 600 carreteras afectadas. Centenares de vehículos y camiones atrapados. Tres víctimas mortales. 1.500 personas rescatadas por la UME. El alcalde José Luis Martínez-Almeida calificó la situación de “muy grave” y pidió ayuda al Ejército. Barajas cerró, Renfe suspendió sus servicios y los hospitales trabajaron al límite. El Consejo de Ministros declaró zona catastrófica a ocho comunidades, Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Asturias, Aragón, La Rioja y Navarra. Durante más de diez días, España sufrió una ola de frío “excepcional”, con temperaturas de hasta –25 ºC en algunos puntos. Cinco años después, los meteorólogos vuelven a mirar los mapas con cierta inquietud. Según los últimos pronósticos de Meteored, una configuración atmosférica similar podría repetirse en los primeros días de enero de 2026. Se prevé la llegada de una borrasca atlántica al oeste peninsular a partir del jueves 2 de enero, mientras un bloqueo en omega sobre el Atlántico Norte, con altas presiones en Groenlandia, podría favorecer la entrada de aire polar o ártico sobre la península. Esta combinación podría propiciar un “choque” entre aire subtropical y aire polar, generando lluvias intensas y nieve en cotas bajas, sobre todo el fin de semana previo a la llegada de los Reyes Magos. Aunque todavía es pronto para afirmarlo, los expertos advierten que este tipo de configuraciones han sido responsables de episodios históricos de nieve en España, como el de Filomena. Todo dependerá de la trayectoria exacta de la borrasca y del punto donde se produzca la interacción de las masas de aire. De momento, parece claro que habrá que sacar el paraguas en buena parte del país y estar atentos a la cota de nieve, que podría descender rápidamente si el aire frío se impone tras las lluvias. El comienzo de año podría venir pasado por agua, frío y, en algunas zonas, blanco.