Extremadura confirma el fin de un ciclo histórico: el voto urbano entierra la hegemonía socialista

El catedrático de Ordenación del Territorio Julián Mora Aliseda ha analizado el reciente resultado electoral en Extremadura, que a su juicio confirma el fin de un ciclo histórico para el socialismo en la región. Según el experto, no se trata de una mera derrota electoral, sino de una reconfiguración sociológica profunda. Mora Aliseda admite que lo que le ha sorprendido del cambio no ha sido el vuelco en sí, sino su intensidad, un fenómeno que ya se atisbó hace dos años y que ahora se ha consolidado. Durante casi 40 años, Extremadura ha sido un bastión histórico de la izquierda española, con un predominio casi absoluto del PSOE. Mora Aliseda, en una tribuna en El Español, subraya una idea clave de su análisis para explicar el cambio: “La identidad política ya no se hereda, se elige”. Aquella hegemonía de la izquierda, que alcanzó su cénit con el 62 % de los votos en 1991, se ha invertido por completo en favor de los votos del centro derecha del PP y la derecha de VOX. Este cambio no se limita al voto urbano. El catedrático explica que la derecha ha conseguido permeabilizar y resquebrajar el “muro infranqueable” que el socialismo mantenía en el ámbito rural. A su vez, parte de la clase trabajadora urbana que tradicionalmente había sido fiel al PSOE ha cambiado su voto, produciendo “un espejo invertido” del dominio que la izquierda ejerció durante décadas. Mora Aliseda sostiene que estamos ante un cambio de estructura y no algo coyuntural, por lo que los socialistas extremeños “deberían estar preocupados”. La prueba, afirma, es que el desplome se ha dado con una fuerza inédita en las principales ciudades extremeñas: el PSOE ha caído al 16 % en Badajoz o Cáceres, siendo superado por Vox, que supera el 20 %. Para el experto, esto evidencia una “ruptura abrupta en la línea de tendencia de voto”. El catedrático enmarca este fenómeno en una corriente más amplia, recordando lo sucedido con partidos hegemónicos como el PASOK en Grecia o el Partido Socialista Francés. “Extremadura, por primera vez, ya no es una excepción ibérica, es el reflejo adelantado de las políticas que en Europa se están avecinando”, sentencia, señalando que la socialdemocracia también retrocede en los países nórdicos. La nueva sociología política extremeña se asienta, según Mora Aliseda, sobre tres pilares: la consolidación del PP como fuerza transversal, el desplome socialista y el imparable ascenso de VOX. El catedrático no descarta que la formación de derechas pueda llegar a ser una alternativa de gobierno, ya que está capitalizando un “voto de oposición cultural” derivado de la desafección ciudadana. Vox ha sabido recoger el hartazgo de sectores urbanos con la “incoherencia total” de ciertos líderes, la burocracia y las restricciones ambientales. Mora Aliseda critica la imposición del coche eléctrico como una medida que discrimina al trabajador, describiéndola como “una transición de bolsillo a bolsillo” que penaliza al pobre y ayuda al rico. A este malestar se suma el desencanto de los jóvenes, que ven cómo sus padres a su edad ya tenían vivienda y salarios estables. Mora Aliseda concluye que “ese desencanto lo está recogiendo muy bien Vox”, matizando que, aunque no ofrezca soluciones claras, sí ha sabido captar los síntomas de la sociedad en su discurso.