En el verano de 2017, el fútbol europeo vivió uno de esos momentos que marcan época. Neymar Jr., tras firmar una de las mejores temporadas de su carrera con el FC Barcelona, decidió romper el equilibrio del mercado aceptando la propuesta irrechazable del Paris Saint-Germain. Los 222 millones de euros de su cláusula de rescisión no solo destrozaron todos los récords conocidos, sino que provocaron una herida profunda en el barcelonismo, que veía marcharse al heredero natural de Leo Messi. Aquel verano estuvo cargado de incertidumbre, rumores y gestos que hoy forman parte de la cultura futbolística contemporánea. Ninguno tan icónico y controvertido como la imagen publicada por Gerard Piqué junto a Neymar acompañada de dos palabras que aún resuenan en la memoria colectiva: "Se queda". Una frase que, lejos de tranquilizar a la afición, terminó convertida en símbolo de un engaño emocional cuando, pocos días después, el brasileño apareció en París como nuevo jugador del PSG. La verdad detrás del "se queda" Ocho años después, Denis Suárez ha arrojado luz sobre lo que realmente ocurrió en aquellos días frenéticos. El actual futbolista del Deportivo Alavés, que entonces formaba parte de la plantilla del Barça, desveló en el programa After de Post United que dentro del vestuario la salida de Neymar era un secreto a voces cuando Piqué publicó la famosa foto. "Hubo un momento que ya sabíamos que se iba. Con la foto del 'se queda' ya sabíamos que estaba fuera", explicó Denis entre risas, desmontando la narrativa oficial que se transmitió en aquel momento. Según su relato, la publicación no fue fruto de una estrategia para convencer al brasileño, sino casi una broma interna que terminó explotando en redes. "Estábamos de pretemporada y todo el revuelo con el futuro de Neymar nos pilló por sorpresa. Pero hubo un momento que ya sabíamos que se iba. Le empezamos a decir a Piqué que no tenía huevos y la colgó. Ya estaba prácticamente fuera en ese momento", confesó el gallego, retratando la escena con naturalidad y cierta ironía. El gesto, que pretendía ser distendido, acabó teniendo consecuencias enormes. Para muchos aficionados, aquella imagen fue percibida como una burla, un acto de irresponsabilidad por parte de uno de los capitanes del equipo en un momento de máxima sensibilidad. Con el tiempo, el "se queda" pasó de promesa a meme y de meme a herida abierta. Un vestuario dividido y una decisión tomada Denis Suárez también reconoció que, pese a que la decisión parecía tomada, hubo intentos sinceros por frenar la salida. Algunos compañeros cercanos trataron de convencer a Neymar para que continuara en el Barça, conscientes de que su estatus estaba a punto de explotar. "Hubo compañeros cercanos que intentaron convencerle para que se quedase, y yo también creo que se tenía que haber quedado. Iba a ser muy grande en el Barça. Pronto iba a ser el número uno", afirmó Denis, dejando claro que dentro del grupo se percibía al brasileño como el futuro líder del proyecto. Sin embargo, el...