En medio de las dudas y cuestionamientos que persisten alrededor del controvertido decreto de emergencia económica del Gobierno de Gustavo Petro, este lunes en la plenaria del Senado la oposición buscaba que todos los ministros rindieran cuentas sobre el alcance y la pertinencia de la medida. Sin embargo, el asunto quedó en veremos. El ministro del Interior, Armando Benedetti –echando mano de su astucia política–, sorprendió al anunciar con vehemencia que ninguno de los ministros asistiría y que en el Senado lo tendrían que esperar varios días. ¿La razón? La propia Constitución establece que tienen cinco días para responder al cuestionario del Congreso, que recién fue aprobado el pasado viernes. Aunque se desarrolló una sesión extraordinaria en la que se aprobaron 16 ascensos en el Ejército y otros cuatro en la Policía, el senador Carlos Fernando Motoa (Cambio Radical) –uno de los promotores del debate de control político–, no dio su brazo a torcer y sin éxito pidió avanzar en el debate. En diálogo con EL COLOMBIANO, reclama que el Gobierno está usurpando competencias del Legislativo “al expedir decretos con fuerza de ley”, dice estar dispuesto a sesionar este 31 de diciembre y asegura que detrás de la negativa hay ministros que siguen “celebrando Navidad” y no cuentan con información que respalde la medida. “La Constitución establece cinco días, eso es cierto, pero también la Ley Quinta –que es el reglamento del Congreso y una norma especial de carácter orgánico–, establece un plazo máximo de 10 días para realizar un debate después de ser aprobado. No se establece un mínimo. Lo que menciona la Ley Quinta es que las respuestas deben llegar dentro de los cinco días, no necesariamente al quinto día. Por tanto, es necesario interpretar la carta política y la Ley Quinta de manera integral. Existe un principio constitucional donde lo formal no puede prevalecer sobre lo sustancial, y lo sustancial aquí es el debate de control político”. “La importancia de este debate radica en que el Gobierno está usurpando competencias del Legislativo al expedir decretos con fuerza de ley. En estas circunstancias, el Congreso debe acentuar el control para vigilar el poder del Ejecutivo. Mi impresión es que lo pertinente era dar el debate en este tercer día y, si no se agotaba el orden del día, complementarlo en los días siguientes”. “Los 10 días son el plazo límite para no realizar el debate. El reglamento del Congreso no establece días menores, sino que indica que, dentro de los 10 días siguientes a la aprobación de la proposición, se debe realizar la discusión. Estos temas de control político y estados excepcionales son, en muchos casos, asuntos de interpretación. La jurisprudencia de la Corte ha dicho que el Congreso no puede perder sus competencias y que debe acentuar el control político. Aunque mi interpretación es distinta, la mesa directiva tomó una decisión y yo la asumo”. “Este Gobierno no se ha caracterizado por el rigor, sino por improvisar y no cumplir la ley. Ejemplos de esto son el trámite de la reforma pensional y el “decretazo” que demandé pidiendo su suspensión provisional. Hoy siento que los ministros no estaban en Bogotá; parece que siguen de puente celebrando la Navidad y no cuentan con la información necesaria. El ministro de Defensa manifestó en la plenaria que no tenía autorización para intervenir y dio a entender que no tenían claridad sobre los argumentos de la emergencia económica. A pesar de estar presente en la votación de ascensos, no quiso asumir la responsabilidad de defender por qué se decretó dicha emergencia”. “El país está interesado en que se realice este debate de control, pues el presidente está reemplazando al Congreso al expedir decretos legislativos. Si se establece el 31 como fecha, estaré atento para demostrar con argumentos que el Gobierno volvió a incumplir las normas constitucionales. El Ejecutivo no puede alegar hechos sobrevinientes ni una emergencia imprevista cuando ellos mismos generaron la situación presupuestal al presentar presupuestos desfinanciados. Están buscando un atajo a través de la emergencia económica. Si la cita es el 31, allí estaremos; de lo contrario, asistiremos la semana siguiente cuando lo decida la mesa directiva”. “Ayer demostramos que sí. Hubo cerca de trece senadores de forma presencial y la mayoría conectados virtualmente. Espero que tengan esa responsabilidad, ya que 35 senadores valientes respaldaron mi proposición para iniciar el debate. Si esos 35 se animan, tendremos al menos el quórum deliberatorio para comenzar”.