Las celebraciones de Navidad son sinónimo de reencuentros, pero también de excesos en la mesa que, según los expertos, nos hacen engordar de media entre 2 y 3 kilos en apenas 15 días. Para minimizar este impacto sin renunciar a disfrutar, la farmacéutica y especialista en dietética y dietoterapia, Susana Oreona, ha desvelado varias claves. Según explica, el problema no es solo la comida, sino el añadido de los dulces navideños, que son "supercalóricos", y el alcohol, que también aporta "muchas calorías". La experta desmitifica la idea de que en Navidad "es imposible no engordar". La clave, asegura, está en la moderación. Mientras que una persona diabética sí debería optar por productos sin azúcar, para el resto de la población el truco consiste en controlar las porciones: "no es lo mismo 1 o 2 polvorones que 8". Otra de las estrategias fundamentales es la compensación. La especialista recomienda equilibrar el cómputo calórico del día. "Si yo sé que hoy es fin de año, y a mediodía me puedo comer unas judías verdes, con un pollito a la plancha y una ensalada de tomate, pues estoy haciendo, por lo menos, un equilibrio de cara a la noche", detalla. Esto permite disfrutar de la cena especial sin que se convierta en un atracón perjudicial. Oreona también aconseja cambiar ciertos hábitos, como retirar los dulces de la mesa una vez terminada la comida para no seguir picando toda la tarde. En su lugar, propone alternativas más saludables como "sacar una fuente con fruta, con una granada, unas chirimoyas". Además, advierte sobre la gestión de los restos de comida, que a menudo nos sentimos obligados a consumir en los días posteriores. En cuanto a las prácticas para compensar, la farmacéutica aclara que un ayuno de 12 horas es fisiológico y no supone un problema en personas sanas. Sin embargo, lanza una advertencia importante para personas con ciertas patologías, como los diabéticos, que "no pueden pasar tantas horas sin comer" y deberían consultar siempre a un profesional. Para los días posteriores a un exceso, Susana Oreona propone un plan basado en proteína de calidad y baja en grasa. Recomienda optar por carnes blancas, pescados blancos, huevos y legumbres, acompañados de verduras y cocciones saludables como la plancha, el vapor, el horno o el hervido, evitando siempre las frituras. Para sobrellevar mejor las digestiones pesadas, la experta señala la utilidad de plantas como el boldo, el cardo mariano o la alcachofa, así como las infusiones digestivas con anís. En casos de mayor malestar, existen complementos con enzimas digestivas que "pueden acompañar en estas comidas". Uno de los mayores riesgos tras los excesos navideños es recurrir a las famosas dietas milagro para perder peso rápidamente. Susana Oreona es tajante al respecto: "Las dietas milagro pueden dañar la salud y, aunque la pérdida de peso sea rápida, pueden ocasionarnos problemas". La verdadera solución, afirma, reside en la organización y la creación de hábitos sostenibles. La clave definitiva para mantener un estilo de vida saludable es "planificar las comidas de la semana". Según Oreona, este hábito ayuda a incluir todos los grupos de alimentos necesarios y evita recurrir a la comida preparada o a opciones poco saludables por falta de tiempo. "Si lo tenemos organizado, es más fácil de cumplir", concluye, haciendo hincapié en planificar las cenas, que es donde más se suele fallar.