La trampa mortal de la nieve en Panticosa: un experto explica por qué la experiencia a veces no es suficiente

La localidad de Panticosa, en el Pirineo de Huesca, vive horas complicadas tras el alud que este pasado lunes se cobró la vida de tres personas. Las víctimas eran montañeros experimentados: un conocido pediatra de Zaragoza de 55 años, su mujer de 36, y otro hombre de Irún de 48 años. El accidente, que se produjo por la rotura de una gran placa de hielo a unos 2.200 metros de altitud, ha sido analizado en el programa 'Mediodía COPE' por Manolo Bara, presidente de la Peña Guara, quien ha aportado su visión sobre los riesgos en la montaña. Manolo Bara ha descrito el lugar del siniestro, en la ladera oeste del pico Tablato, como una zona "muy, muy visitada" y un "terreno superconocido y controlado" por los amantes del esquí de montaña. Según ha explicado en la entrevista con Pilar García de la Granja, se asume que la mayoría de las personas que transitan por allí tienen los conocimientos técnicos necesarios. "Si va gente más amateur, o sea, más principiante, entendemos que siempre va acompañada por gente experta que le guía o le conduce", ha añadido. El presidente de la Peña Guara ha recordado que los aludes son un fenómeno presente en el Pirineo tras grandes nevadas, cuando los campos de nieve no logran compactarse. Bara ha diferenciado entre los aludes naturales y los provocados por los propios esquiadores. "Hay gente que se sale, corta cornisas, corta y produce, pues, esas pequeñas coladas o avalanchas que algunas veces vemos", ha señalado, calificándolo como un peligro que escapa al control de las estaciones. Sin embargo, el mayor peligro reside en la imprevisibilidad y la fuerza de un gran alud natural. En este sentido, Bara ha sido tajante al explicar la dificultad de sobrevivir a uno mientras se practica esquí de travesía. "Por muy experto que seas o muy preparado que estés, si las dimensiones de la avalancha son potentes, las posibilidades que tienes de salir con vida son muy pocas o muy difíciles", ha afirmado. El motivo es que los esquís en los pies "te condicionan en el arrastre" e impiden la autoprotección, llevando a que la persona quede sepultada. El teniente Baín Gutiérrez, jefe del GREIM de la Guardia Civil en Jaca, ha detallado el inicio de la operación de rescate, activada tras un aviso recibido entre las 13:00 y las 13:15 horas en una zona sin cobertura. La complejidad de la situación requirió la intervención de varias unidades, incluyendo especialistas y guías caninos. Esta rapidez es crucial, una idea que el propio Manolo Bara ha recalcado al final de su intervención, citando a los responsables del rescate: "Como muy bien ha dicho el responsable de la Guardia Civil, o hay una actuación muy rápida, muy rápida, muy rápida, o el tiempo juega siempre en contra de los que están sepultados".