La psicología del fracaso en Año Nuevo: por qué empezar es fácil y mantener no

El 1 de enero funciona como un interruptor psicológico. De repente, parece más sencillo imaginar una versión mejorada de nosotros mismos: más activos, más ordenados, más saludables. El calendario ofrece una línea de salida clara y, con ella, una sensación de control: “empiezo de cero”, “ahora sí”, “este año lo hago bien”.