Cáritas destapa la realidad del desalojo de Badalona: "Muchos tenían contrato y han ido a trabajar incluso viviendo bajo un puente"

Tras el desalojo de 400 migrantes de un antiguo instituto en Badalona el pasado 17 de diciembre, la portavoz de Cáritas diocesana de Barcelona, Mercé Darnell, ha explicado en 'La Tarde' de COPE la respuesta de la entidad y ha denunciado la imagen que se ha proyectado de estas personas. Darnell ha señalado que, en el momento de la intervención policial, "solo quedaban unas 200 personas", ya que muchas se habían marchado previamente. Darnell ha calificado como "totalmente falso" el discurso que los señalaba como delincuentes, ofreciendo una imagen muy distinta. Según la portavoz, el perfil de los desalojados es "muy variado" e incluía a hombres, mujeres y personas mayores, con y sin permiso de residencia. "Muchos de ellos estaban trabajando con contrato y sin contrato, y, de hecho, aún estando debajo del puente, han ido a trabajar", ha asegurado en la entrevista con Israel Remuiñán. La portavoz de Cáritas ha admitido que en un edificio con 400 personas vulnerables "claro que había gente que hacía cosas que no se debían hacer". Sin embargo, ha sentenciado de forma rotunda que "no son los pobres los que más delinquen en este país", criticando la generalización que, a su juicio, alimentó el miedo entre los vecinos. Ante la emergencia, Cáritas, junto a otras entidades sociales, se movilizó rápidamente para ofrecer una solución habitacional, aceptando el ofrecimiento del cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, para utilizar una parroquia. Se contactó con las administraciones, y la Generalitat de Catalunya se comprometió a ayudar económicamente, mientras se pidió apoyo logístico a Cruz Roja por su experiencia en emergencias. Sin embargo, el plan se topó con un obstáculo inesperado. "La oposición de los vecinos hizo imposible que pudiéramos alojar a 15 personas en la parroquia", ha relatado Darnell. La portavoz ha calificado el suceso de "inaudito", afirmando que "nunca nos había pasado que en una parroquia no pudiéramos alojar solo a 15 personas, y solo de noche durante los días que aquí en Badalona estuvo lloviendo y haciendo frío". A pesar del contratiempo en la parroquia, la solidaridad de otras entidades católicas y el apoyo de la Generalitat permitieron encontrar una alternativa. "Al final hemos podido alojar casi a 50 personas", ha celebrado Darnell. Para Darnell, este rechazo se enmarca en un fenómeno "muy complejo" de miedo "al extraño" y un discurso "peligroso hacia la persona que viene de fuera y hasta la persona pobre". Ha recordado que no es algo nuevo y lo ha comparado con la mala acogida que recibieron migrantes de Andalucía o Extremadura en los años 60 en el mismo barrio.