La madrugada en 'Poniendo las Calles' ha servido para hacer una radiografía a un grupo social que ya no es el futuro, sino el presente más inmediato: la Generación Z. Carlos Moreno, 'El Pulpo', ha puesto sobre la mesa el comportamiento de estos jóvenes, nacidos aproximadamente entre 1996 y 2010, que viven pegados a un teléfono móvil, gesticulando ante la cámara y creando contenido constantemente. Tomando como ejemplo el fenómeno de la influencer Lola Lolita, de 23 años, el programa ha contado con la visita de Iñaki Ortega, doctor en economía, profesor y autor del libro Generación Z: Todo lo que necesitas saber sobre los jóvenes que han dejado viejos a los millennials. Juntos han desgranado qué hay detrás de las pantallas y cómo esta generación está obligando a la sociedad a reescribir sus normas. Para entender a los Z, hay que mirar a su infancia. Ortega explicaba a los "ponedores" que lo que diferencia a una generación de otra no es solo la fecha de nacimiento, sino el momento histórico en el que se socializan. A diferencia de las generaciones anteriores, que hacían los deberes con enciclopedias por fascículos y jugaban en la calle, los Z se han educado, divertido y relacionado a través de Internet. Esta conexión ha eliminado la capacidad de espera. Si unas zapatillas compradas online llegan en menos de 24 horas y cualquier duda se resuelve en Google en milisegundos, esa exigencia de inmediatez se traslada a la vida real. El problema, según señalaba el experto en COPE, es que la vida no siempre funciona a golpe de clic: "No puedo tener la inmediatez en que me responda mi jefe, ni en recibir la nota de un examen al instante". Durante la entrevista, Iñaki Ortega condensó la personalidad de estos jóvenes en una fórmula sencilla pero contundente: las tres íes. La primera es la Impaciencia, ya mencionada. La segunda es la Irreverencia. Para un joven de la Generación Z, el argumento de autoridad basado en "siempre se ha hecho así" carece de validez. No tienen miedo a saltarse las normas establecidas si consideran que no son eficientes, lo que, si bien genera tensiones con los padres o jefes, también es un motor potente para el emprendimiento y la innovación. Sin embargo, la tercera 'i' es la que marca su visión del mundo: la Incertidumbre. Citando al sociólogo Zygmunt Bauman, Ortega explicó que los jóvenes viven en una realidad que "se desparrama entre las manos". No hay certezas laborales, los modelos de familia han cambiado y la identidad es fluida. Esta falta de suelo firme provoca que muchos sientan que, por mucho que se esfuercen, no alcanzarán las metas materiales que lograron sus progenitores. Uno de los puntos más interesantes de la charla en 'Poniendo las Calles' fue el análisis del mercado laboral. Sectores tradicionales como la gran consultoría o los despachos de abogados, que antes absorbían al talento joven con promesas de carrera a cambio de jornadas maratonianas, están sufriendo para reclutar. Los Z no están dispuestos a sacrificar su vida personal. Ante este choque de trenes entre jefes boomers y empleados Z, Iñaki Ortega ofreció una solución muy gráfica basada en la gastronomía vasca: la receta del bacalao al pilpil. La conclusión es clara: ni los jóvenes pueden imponerse totalmente, ni las empresas pueden seguir operando como en el siglo XX. Es necesario un acompasamiento mutuo. Por último, se desmontó el mito de que la juventud actual es más despreocupada con su salud. Los datos indican que la Generación Z se cuida más que las anteriores: fuman menos, beben menos alcohol y priorizan la alimentación saludable y el deporte. No obstante, su "talón de Aquiles" reside en la salud mental y emocional, derivada de su hiperconexión. Carlos Moreno 'El Pulpo' cerró el análisis invitando a la audiencia a ubicarse en su propia generación, recordando que, ya sean Baby Boomers (1949-1968), Generación X (1969-1980), Millennials (1981-1993) o Z, lo importante en las madrugadas de COPE es compartir y entenderse.