Del lápiz y papel para apuntar las medicinas a los robots

Sorprendida y emocionada por la despedida que le han brindado sus compañeros, la auxiliar de farmacia de Alicante Loli Muñoz Lorente se ha jubilado este 30 de diciembre tras 50 años trabajando con la familia de boticarios Lloret de Alicante. Entre aquella niña de 14 años que empezó como aprendiz y recadera y la mujer que se despedía de su otra familia ha pasado medio siglo, compartido junto al padre de esta saga, Tomás Lloret, ya fallecido, que se jubiló con 91 años; Tomás hijo, y el nieto, David, que ahora dirige la oficina sita en Catedrático Soler, en Benalúa.