Mueren 122 ovejas amontonadas por el pánico ante la presencia de animales salvajes

Un ganadero de Aras de los Olmos (Valencia), Antonio Miguel Álvaro, ha sufrido durante estas Navidades la muerte de 122 ovejas , que se asfixiaron al amontonarse unas contra otras por un ataque de pánico ante la presencia de animales salvajes . Tal como ha informado la Asociación Valenciana de Agricultores ( AVA-Asaja ), el afectado -miembro de la junta directiva de esta organización agraria- ya había padecido en los últimos dos años otros cinco ataques de lobos o perros salvajes , y presentía que iba a ocurrir un incidente de esta gravedad. «O controlamos la superpoblación de fauna silvestre , incluyendo la multiplicación y la llegada del lobo a la Comunidad Valenciana, o perderemos nuestra ganadería, con los efectos negativos que ello conlleva para la sostenibilidad económica, social y medioambiental del medio rural», ha advertido. Cuando llegó a uno de sus corrales en esta comarca valenciana de Los Serranos, próxima a Aragón y Castilla-La Mancha, se encontró con un panorama desolador: de las 480 ovejas que había, 122 estaban en el patio sin vida hacinadas en varias alturas, y otra media docena heridas que quizás no sobrevivan. «Un grupo de animales salvajes, no sabemos si lobos o perros salvajes, habría bajado del monte y se debe hacer acercado a la explotación; aunque no llegaron a entrar dentro del recinto, su presencia alrededor de los muros y las vallas ha aterrorizado a las ovejas y, por instinto de protección, se juntaron unas a otras«, ha relatado. «El pánico que sentirían llegó a ser tan extremo y duradero que muchas de las ovejas que se quedaron apiladas debajo murieron porque no podían respirar», ha añadido. Ante este nuevo perjuicio, AVA-Asaja reitera a las administraciones que intensifiquen el control poblacional de la fauna salvaje para minimizar los daños en la agricultura y la ganadería. Además de los ataques de animales a ovejas y de buitres a vacas en el interior de Castellón y Valencia, el exceso de animales silvestres implica un grave riesgo de transmisión de enfermedades, como la peste porcina africana (PPA) y la gripe aviar, según esta entidad.