Jorge Alcalde, divulgador científico, revela la ciencia de la Navidad: por qué las luces, los olores y los regalos nos hacen felices

Los humanos somos "un poquito fototropos", como explica Alcalde, atraídos inevitablemente por la luminosidad que estimula nuestras neuronas y libera dopamina, la hormona de la felicidad. Esta tradición de iluminar árboles y calles remonta al siglo XIX en Nueva York, pero sus raíces se hunden en rituales antiguos de esperanza y fertilidad ligados a los ciclos estacionales. El icónico árbol del Rockefeller Center, con sus 50.000 luces LED, ejemplifica esta eficiencia tecnológica: emiten brillo máximo con mínimo consumo, sin sobrecalentarse, convirtiéndose en un símbolo global de esperanza desde la Gran Depresión. En cuanto a colores, el amarillo evoca alegría inmediata en tests psicológicos, mientras que el rojo favorece la concentración y un estado mental sereno, ideal para momentos meditativos. Aunque el nacimiento de Cristo ocurrió en un desierto sin copos, soñamos con "Blanca Navidad" gracias a la cultura europea y obras como el cuento de Charles Dickens. Alcalde aclara que cada copo es una "escultura hexagonal" única, formada por núcleos de condensación en condiciones precisas de temperatura y presión. Esta paradoja blanca, simulada con harina en belenes, une tradición y meteorología, recordándonos cómo la nieve domina las celebraciones en regiones frías. La Navidad huele a canela, galletas y leña, aromas que conectan directamente con el bulbo olfativo, el sentido más emocional según Alcalde. Estos evocan recuerdos vívidos, influyendo en el ánimo y hasta en decisiones de compra, como estudian los expertos en marketing. Empresas de perfumes lanzan velas con olor a polvorón para capturar esta magia, mientras que oler antes de comer o socializar es un instinto primitivo de supervivencia, detectando venenos o aliados a través de moléculas volátiles. Dar un regalo libera dopamina y oxitocina, fortaleciendo lazos sociales y evolutivos. Alcalde destaca que el placer surge de la sorpresa, la cercanía y el sentimiento de aprecio, e incluso animales practican intercambios similares. Envolver aumenta la emoción por el factor estético y sorpresa, diferenciando regalos por compromiso de aquellos con auténtica emoción, que alteran nuestras hormonas de forma notoria. Cerrando la charla, Alcalde explora este enigma astronómico, descartando eventos comunes y apuntando a un posible cometa que pareció "detenido" sobre Belén, como describe el Evangelio de Mateo. Giotto inmortalizó su imagen con cola inspirada en el Halley. Esta tarde en COPE, con Pilar García Muñiz al frente, Alcalde vistió la ciencia de rojo navideño, invitándonos a ver las fiestas con ojos curiosos, donde la ilusión se entreteje con explicaciones neuronales y astronómicas.