Uno de los espectáculos de 2026 en Euskadi: Shen Yun revive la China prohibida y conmueve al mundo

Bilbao volverá a ser parada de una de las grandes producciones internacionales de danza y música: Shen Yun. La compañía de danza clásica china más importante del mundo regresa al Palacio Euskalduna del 3 al 5 de marzo con un espectáculo completamente nuevo. Este montaje, que ya ha visitado la ciudad en ocasiones anteriores, busca revivir la cultura tradicional china anterior al comunismo a través del arte. La producción combina la danza con música en directo de una orquesta que fusiona instrumentos orientales y occidentales, vestuarios elaborados y una tecnología escénica inmersiva. Para comprender la esencia de este fenómeno global, Sandra Flores, responsable de comunicación de Puro Arte Humano, la promotora de Shen Yun en España, explica en COPE Euskadi las claves de su éxito. La experiencia es como "un viaje en el tiempo a una civilización que casi se perdió y que en realidad es la más antigua de la Tierra". Según Flores, el espectador podrá "experimentar y casi formar parte de todas aquellas historias que hicieron grande a esa cultura", como los antiguos mitos y leyendas de la antigua China. El espectáculo transporta al público a escenarios tan diversos como las llanuras de Mongolia o los jardines de la corte Tang, todo ello vestido con la indumentaria propia de cada dinastía. También se representan fragmentos de clásicos de la literatura, como Viaje al Oeste, que narra las aventuras de un monje en su peregrinación a la India. Pero el núcleo de Shen Yun, según su promotora, es el espíritu que hay detrás de esa cultura. Lo más importante, señala Flores, es que el espectáculo "revive una serie de valores que son el cimiento de la cultura tradicional china, pero que en el fondo son comunes a todas las culturas". Entre ellos, destaca la hermandad, la generosidad, la verdad, la tolerancia y la valentía. Esta conexión emocional es una de las claves de su impacto en la audiencia. Flores lo describe como una sensación que "realmente le habla a ese niño interior que todos tenemos, que ama la belleza y que ama los valores que nos hacen humanos". La experiencia busca evocar una emoción profunda y genuina, similar a la que se siente al ver una película conmovedora en la infancia. "Es una sensación muy parecida la que Shen Yun te deja", asegura, porque conecta con una parte fundamental y a menudo olvidada de nosotros mismos, más allá del idioma o la cultura. Una de las facetas más llamativas y sorprendentes de Shen Yun es que, a pesar de ser el máximo exponente de la danza clásica china, no se puede ver en China. La razón es que el espectáculo se centra en la cultura anterior a la llegada del Partido Comunista Chino al poder en 1949, un legado que, según los creadores del show, estuvo a punto de desaparecer. La compañía fue fundada en Nueva York por artistas chinos que huyeron de la dictadura con la misión de preservar y difundir esa herencia cultural. El proyecto nació de una escuela de artes en Nueva York, cuyo objetivo era atraer talento chino fuera de China para transmitir la música, la danza, la costura y otras artes tradicionales. Un espectáculo de Año Nuevo organizado por los estudiantes tuvo un éxito tan rotundo que se planteó la creación de una compañía profesional. Así nació la primera compañía de Shen Yun en 2006. Hoy, existen ocho compañías que giran simultáneamente por los cinco continentes, cada una con casi 100 integrantes entre bailarines, músicos y técnicos. El éxito se ha consolidado con el tiempo, y Flores afirma que "el boca a boca es nuestra mejor promoción". Aquellos que ya han vivido la experiencia suelen repetir, y los nuevos espectadores acuden guiados por las recomendaciones. "Nadie sale defraudado de un espectáculo de Shen Yun", concluye. Además, de cara a las fiestas, sugiere que pedir a los Reyes Magos unas entradas para este espectáculo es "algo que nadie va a olvidar", un recuerdo que "acompaña durante toda la vida" y que también disfrutan los más pequeños de la familia.