Victoria Gaudes, más conocida en redes como @madre.agricultora, se ha convertido en una de las voces más reconocidas del campo español. En un reciente vídeo publicado en su cuenta de TikTok, la 'influencer' ha compartido cinco aspectos de su vida que pocos conocían, ofreciendo una mirada más íntima y personal a su trayectoria. Entre las revelaciones, destaca su larga carrera profesional, que comenzó a una edad muy temprana: "Llevo trabajando como autónoma desde los 17 años. Nunca he trabajado para una empresa ni para nadie externo; siempre, siempre, he trabajado para mí misma", confiesa. La afirmación de Gaudes sobre su trayectoria como trabajadora por cuenta propia resuena con fuerza en el actual panorama de los autónomos en España. Empezar a los 17 años supone una vida entera dedicada a gestionar su propio negocio, enfrentándose a un panorama fiscal en constante cambio y asumiendo los retos que ello implica desde la adolescencia. Antes de dedicarse plenamente al campo, Gaudes obtuvo un grado medio de comercio y marketing. Según explica, fue una decisión motivada por el deseo de sus padres de que continuara estudiando y su propia búsqueda de una formación corta, de tan solo un año. Esta base en comercio le ha proporcionado herramientas útiles en un sector donde la eficiencia y la rentabilidad son clave, especialmente ante normativas como la nueva directiva europea sobre el IVA. Una de las confesiones más llamativas de Victoria Gaudes es que su dedicación al campo no proviene de una pasión infantil. "No trabajo en la agricultura por vocación", admite. De hecho, relata que de pequeña nunca le había "llamado la atención ni me había subido a un tractor". Su primera experiencia labrando fue un momento de gran temor, "una experiencia digna de ser grabada", que contrasta con la naturalidad con la que ahora maneja la maquinaria agrícola y comparte su día a día en el campo. Más allá de lo profesional, Gaudes también ha compartido dos de sus mayores miedos. El primero es un profundo "pánico a las heridas abiertas", que le provoca mareos inmediatos e le impide curar a sus propios hijos o a su marido. El segundo es un fuerte miedo a las alturas. "Me resulta imposible subirme a una escalera tranquilamente sin que me tiemblen las piernas", detalla, mostrando una vulnerabilidad que la acerca aún más a su comunidad de seguidores.